España aprueba extradición de ex militar.

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El gobierno de España aprobó hoy la extradición a Argentina del ex militar Julio Alberto Poch, detenido el año pasado y acusado de delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura militar argentina (1976-1983) .

En su reunión semanal, el Consejo de Ministros del gobierno español autorizó la entrega a las autoridades de la nación sudamericana del ex piloto argentino que tiene cuatro causas judiciales en su país por participación en los llamados "vuelos de la muerte".

Poch, quien en la actualidad tiene la nacionalidad holandesa y trabaja como piloto en la aerolínea holandesa Transavia, fue detenido el 22 de septiembre pasado en el aeropuerto de Manises, Valencia, por la policía española, durante una escala entre Valencia y Amsterdam.

El 7 de octubre pasado se recibió por vía diplomática la solicitud de extradición cursada por la embajada de Argentina, ya que Poch es reclamado por la justicia argentina en relación con cuatro procesos penales en los que se investigan hechos entre los años de 1976 a 1983.

El Consejo de Ministros acordó la continuación del procedimiento en vía judicial el 30 de octubre de 2009 y la Audiencia Nacional española dictó un auto el 15 de enero de 2010 en el que consideró procedente la extradición.

Las condiciones que se piden son las correspondientes garantías en relación con la no imposición de la cadena perpetua y, recabadas estas garantías por el Ministerio de Justicia y consideradas suficientes por la Audiencia, se procede a la entrega.

Las autoridades argentinas ya habían solicitado a Holanda, a finales de 2008, la extradición de Poch, tras recoger en ese país testimonios que le involucraban en "los vuelos de la muerte" cometidos durante la dictadura militar.

Asimismo, por su participación en operaciones de la Escuela Superior de Maquinaria de la Armada (ESMA) , centro clandestino de detención y torturas durante ese periodo encabezado por el general Rafael Videla.

Entre esos testimonios figuran las declaraciones de otro piloto de la compañía Transavia, que afirmó que el mismo Poch le contó cómo se arrojaba a los opositores al régimen argentino desde los aviones, además de justificar ese método de exterminio.