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miércoles, 18 de marzo de 2009

Judíos mexicanos quieren irse a Israel.

Noticia:


Isaac y Marcos quieren irse de México. No son la inseguridad o la violencia las causas que los hacen emigrar del país donde nacieron, sino cumplir una instrucción-deseo que desde pequeños aprendieron: terminar con la diáspora del pueblo al que pertenecen, y repoblar Tierra Santa.

Nacido hace 28 años en México, Isaac tiene casi todo lo que le gustaría: a sus padres, hermanos, un negocio y su formación espiritual. Sin embargo, aquello que identificó desde niño como Tierra Prometida sabe que lo está esperando a 16 horas de vuelo desde el Distrito Federal para cumplir con un antiguo precepto religioso: casarse y formar una familia.

Comparte este deseo con Marcos, de 27 años. Ambos se encaminan a cumplir sus objetivos y, aunado al escenario de crisis económica que se prevé, han buscado a la agencia judía Sojnut, que respaldada por el gobierno israelí, a través de su departamento de Alia y Absorción, ayuda a los judíos del mundo entero a inmigrar a Israel.

Alia significa ascenso y es utilizado por los judíos para describir esta migración o ascenso al estado de Israel.

Marcos considera que las condiciones para emigrar otorgadas por el departamento de Alia de la agencia judía podrían ser mejores, pero lo que le entusiasma es que ofrecen un “Ulpan”, que quiere decir clases de hebreo obligatorias por un tiempo de cinco meses para aprender a hablar perfecto, así como la oportunidad de estudiar alguna carrera técnica que dure hasta un año.

Pareciera que Isaac y Marcos habrían escuchado o leído al ministro de Absorción israelí, Eli Aflalo, quien en diciembre de 2008, de frente a la crisis económica mundial, dijo:

“Llamo a todos los judíos y a nuestros ciudadanos fuera del país dispersos en todo el mundo a venir a Israel, y a aprovechar las ventajas que les otorgamos para radicarse entre nosotros. No cabe duda de que la inmigración en este preciso momento ayudará a crear nuevos puestos de trabajo, nuevas empresas y comercios, promoverá la demanda y las inversiones, así como mejorará la recaudación fiscal, todo lo cual fortalecerá directamente la economía del país”.

Pero ni Isaac ni Marcos escucharon nunca este discurso. Lo que saben es que hasta hoy, este tipo de migración o Alia ha llevado a tres millones de judíos a ese país provenientes de diversas partes del mundo.

Para Judith Melamed, representante del departamento de Alia México y Centroamérica perteneciente a Sojnut, es indispensable repoblar el estado de Israel, pues en él sólo existen seis millones de judíos, rodeados de países que en conjunto reúnen a 50 millones de árabes.

“Nosotros estamos contentos con cualquier judío que regrese. Más aún porque desde que fue creado el estado de Israel hemos permanecido en situación de guerra, tenemos que defendernos si nos atacan”.

De América Latina, Argentina es el país que con más emigrantes ha contribuido. El 88% de los 70 mil argentinos que viven en Israel se instaló antes de 2001, año en que se registró la mayor oleada inmigratoria. “El sionismo era el principal motor para llegar. La historia de un pueblo perseguido; la santidad de una Jerusalem añorada y en parte recuperada; lo aprendido en el colegio judío; las charlas en el templo sobre el flamante Estado; y la historia de vida familiar sumados a la necesidad de fortalecer el único Estado judío del mundo”.

Sin embargo, en 2002, con la profundización de la crisis económica en Argentina, 6 mil 300 argentinos judíos hicieron Alia a Israel. De México han sido menos los migrantes, los registros del departamento de emigración apuntan a que la cifra no rebasa las 100 personas por año. Melamed no tiene números precisos de cuántos mexicanos se han ido a Israel pero explica que la cifra no varía porque en general los 52 mil judíos que se calcula viven en México, se encuentran a gusto en el país.

Sojnut financia el boleto de avión, dinero para tres o seis meses y el acceso a una bolsa de trabajo. La migración fast track de Isaac y Marcos sería bajo el amparo de la Ley del Retorno de 1950, que garantiza a cualquier judío del mundo su derecho a inmigrar a Israel, establecerse allí y obtener prácticamente sin trabas la ciudadanía.

El término Alia incluye tanto la inmigración voluntaria por razones ideológicas, emocionales o prácticas como, por otro lado, la de las poblaciones de judíos que son perseguidos.

De irse Isaac, no será la primera vez que pise Israel. Hace un año él y su hermano, junto con un grupo de jóvenes judíos, viajó para conocer como turistas la Tierra Prometida. Hoy tiene claro que no será un corto viaje sino el inicio de una historia de vida en el lugar de donde sus ancestros fueron expulsados. “Estudiar hebreo, obtener nuevos amigos, organizar una casa y comenzar a trabajar es parte del proceso de absorción de un nuevo inmigrante, y de su inserción a la sociedad israelí”, señala la Sojnut.

No obstante, hay quienes ni lo religioso, ni la convivencia en una sociedad conformada mayormente por judíos es el ambiente propicio para el desarrollo de su vida. Según cifras de la Oficina de Estadísticas Gubernamental del Estado israelí, de un total de 8 mil 100 argentinos que arribaron entre 2001 y 2002 a Israel, se regresaron cerca de mil inmigrantes.

A Isaac y a Marcos no les impactan las cifras, quieren seguir su plan de irse a Israel, país al que consideran su casa.


Comentario:

Además de ser su tierra, es un lugar con mucha historia.



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