Desdeñan “freno” de EU a transportistas.

Noticia:

Las medidas proteccionistas de Estados Unidos y el trato discriminatorio contra transportistas mexicanos hacen poco atractivo, al menos para los choferes de carga de la frontera norte, el tránsito por las carreteras de aquel país, pues para cruzar deben invertir tiempo y dinero en largas filas, además de superar exhaustivas revisiones de seguridad.

Representantes de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en Baja California, Chihuahua y Nuevo León, minimizaron la cancelación abrupta del programa piloto de transportación transfronterizo que contempla el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues no prohíbe el cruce habitual de hasta 25 millas (unos 40 kilómetros) que recorren y necesitan los transportistas mexicanos para entregar sus mercancías.

“(Es una medida que) no nos interesa a empresas del ramo”, apuntó Manuel Sotelo Suárez, miembro de la Asociación de Transportistas de Ciudad Juárez, adherida a la Canacar.

Además, “no están dadas las condiciones económicas y culturales para que andemos en Estados Unidos; la gente de la frontera que tenemos experiencia y años de estar batallando a diario con los norteamericanos, por ningún motivo nos queremos ir más allá de la frontera”, señaló.

El 11 de marzo, Estados Unidos dio marcha atrás al referido programa, que contó con el respaldo político de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de México y del Departamento de Transporte (DOT) de aquel país. Sin embargo, la retención de recursos que hizo la Cámara de Representantes de Estados Unidos terminó por congelar este mecanismo piloto de trabajo.

La apertura al autotransporte de carga establecida en el tratado, debió haber entrado en vigor en 1995, pero en 2007 los gobiernos mexicano y estadounidense impulsaron un programa para que participaran 100 empresas de cada nación. En agosto de 2008, el programa había sido extendido hasta septiembre de 2010.

No obstante esta oferta, ninguna compañía mexicana que transporta mercancía de terceros se inscribió; acaso unas 30 firmas que mueven productos propios buscaron este beneficio para cruzar más de 25 millas.

“En El Paso, Texas, nos ponen fuera de servicio a los choferes, tractores y remolques por cualquier motivo, y es fácil solucionar el problema porque estamos cerca; pero qué pasaría si estamos, por ejemplo, en Chicago, que paren a un chofer porque no habla suficiente inglés, el problema sería grave”, indicó Sotelo Suárez.

Mencionó que otro factor contra el transportista mexicano son las revisiones que les hacen en la frontera y que no se aplican en otras parte del territorio estadounidense.

Rechazo al aumento de aranceles

En Tijuana, el grueso de los choferes padecen las largas filas para cruzar y entregar las cargas en la zona fiscal estadounidense, y esto sí es un verdadero problema que causa pérdidas económicas y molestias, aseguró Rogelio Badillo Arcadio, delegado de la Canacar en Baja California.

Comentó que el gobierno de México debe buscar el cumplimiento de los acuerdos del tratado comercial en materia de transporte, en lugar de aplicar represalias a los productores estadounidenses.

Lo anterior en referencia al aumento que México decretó a los aranceles de 90 productos industriales y agrícolas procedentes de EU, como represalia a la suspensión del plan transfronterizo de transporte de carga.

Sotelo Suárez, de la Canacar en Juárez, comentó que actualmente se sigue trabajando en la frontera, es decir, se transporta la mercancía al lado estadounidense y allá se deja para que los americanos hagan su negocio.

En la frontera de Chihuahua hay 400 empresas de transporte, entre personas físicas y morales, que realizan alrededor de 5 mil cruces diarios entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas.

“Sobrerreacción absurda”: Hoffa

El presidente general de la Hermandad Internacional de Transportistas de Estados Unidos (los llamados Teamsters), James Hoffa Jr., aseguró que la amenaza de México —anunciada por la Secretaría de Economía— sobre el incremento de aranceles, es una “sobrerreacción absurda”.

En entrevista vía correo electrónico, James Philip Hoffa, representante de un millón 400 mil hombres y mujeres trabajadores de EU, dijo que “la respuesta correcta de México sería cerciorarse de que sus conductores y camiones son bastante seguros como para utilizar nuestras carreteras”.

Por separado, el delegado regional de la Canacar en Nuevo Léon, Luis Roberto Moreno Sesma, se dijo en favor de la eliminación completa de este programa, ya que lejos de beneficiar “dañó a los transportistas tanto de Estado Unidos como de México”.

Choferes en Mexicali, Baja California, esperan que los dueños de empresas transportistas realicen manifestaciones para expresar su descontento, ya que pese a restringirse el paso de los camiones hacia EU, los empresarios mexicanos continuarán pagando el permiso para circular más allá de las 25 millas.

Comentario:

Estados Unidos adopta medidas que en lugar de coadyuvar a mejorar el comercio entre ambos países lo empeora. Esto no es muestra de buena vecindad.