Condenan a soldado israelí por espionaje.

Noticia:


El sargento mayor Luai Balut ya había hecho historia como el primer soldado árabe israelí de fe cristiana en convertirse en rastreador en las Fuerzas de Defensa de Israel. Sin embargo, los titulares que llevaron ayer su nombre en el país no tenían un tono nada elogioso. Todo lo contrario. Es que Balut fue condenado ayer a 11 años de prisión por “espiar en favor de la milicia chiíta libanesa Hezbolá”.

Balut, de 35 años, sostiene que él no es “ni traidor ni espía”, pero fue hallado culpable de “pasar información delicada a Hezbolá y estar en contacto con agentes extranjeros”. Todo esto se dio cuando él estaba prestando servicio en la frontera norte de Israel, justo frente a Líbano.

Detrás de las bambalinas se negoció un acuerdo por el cual se dejaron de lado los cargos de “traición” y “ayuda al enemigo en tiempos de guerra”, crímenes por los cuales la pena máxima puede llegar a ser cadena perpetua.

El trasfondo está relacionado al parecer con narcotráfico a ambos lados de la frontera israelo-libanesa, pero ese tema no aparece mencionado en el acta de acusación contra Balut.

Balut alcanzó a operar durante más de un año, pasando a Hezbolá información sobre el depliegue de tropas israelíes en la zona.

Fue descubierto a raíz de la detención de dos narcotraficantes que revelaron con quién habían estado trabajando.

La milicia pro iraní Hezbolá e Israel se enfrentaron hace algo más de dos años en la guerra iniciada el 12 de julio del 2006 por el secuestro de dos soldados israelíes y el ataque con misiles a las localidades fronterizas en el norte del país.

Ayer, el líder de Hezbolá Hassan Nasralá declaró que su grupo no depondrá las armas aunque Israel se retire de las granjas de Cheba, territorio ocupado por Israel en 1967 y reclamado por el Líbano. “Aun si las granjas de Cheba son liberadas, las armas permanecerán para defendernos.

Estamos amenazados por Israel y tenemos que discutir una estrategia de defensa nacional”, dijo Nasralá.

Comentario:

En estos casos, hay que aplicar la ley con todo rigor. La traición no puede perdonarse.