Terremoto afecta a dos millones en Chile.

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Chile buscaba ayer sobrevivientes entre los escombros de edificios demolidos por uno de los sismos más potentes de la historia, que dejó al menos 300 muertos y unos 2 millones de damnificados, según el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.

El terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter ocurrió a las 3:34 de la madrugada y provocó tsunamis cuyas olas pusieron en alerta a Japón y a otros países del Pacífico, aterrorizó a los chilenos, destruyó hospitales, autopistas y fábricas.

El aeropuerto internacional de Santiago sufrió daños y fue desalojado. Se ordenó suspender el tráfico aéreo 48 horas.

“Estamos frente a un cataclismo de proporciones históricas”, dijo el ministro del Interior chileno, Edmundo Pérez Yoma.

Bachelet, quien suspendió su viaje a Uruguay, envió un mensaje de condolencia y solidaridad a las víctimas del fuerte terremoto que afectó hasta 80% del territorio y pidió a todos sus compatriotas que se pongan en pie para reconstruir un país acostumbrado a los desastres naturales. En el archipiélago Juan Fernández seguía buscando a 11 desaparecidos que dejó el tsunami. Hay seis muertos confirmados.

La ministra de Vivienda, Patricia Poblete, calculó que habría un millón 500 mil viviendas afectadas, de las cuales 500 mil tendrían daños severos, y probablemente quedaron inhabitables.

Reportes de violencia

La falta de agua y la demora en el reestablecimiento de la energía ya provocó los primeros brotes de violencia en la comuna de Quilicura, en el sector norponiente de la capital, según informó el alcalde Juan Carrasco. El líder municipal explicó que los lugareños, desesperados por la lentitud en la repartición de agua, apedrearon cinco camiones distribuidores de ayuda.

El sismo se originó a 91 kilómetros de la ciudad de Concepción, en la región de Bio Bío, que junto a Valparaíso, la Metropolitana, O’Higgins, el Maule y la Araucanía quedaron en situación de desastre.

“He decretado zona de catástrofe en seis regiones para entregar un apoyo inmediato a los afectados, además de aplazar el inicio de clases al 8 de marzo”, dijo Bachelet en cadena nacional, luego de su viaje a la zona del Maule, la más afectada.

“Ayer, nosotros acudimos en ayuda de Haití y hoy somos nosotros los que sentimos la solidaridad”, resaltó.

“Éste es el terremoto más grande que hemos enfrentado en los últimos 30 años”, dijo el presidente electo, Sebastián Piñera, quien asume su cargo el 11 de marzo. Anunció que destinará 2% del presupuesto para la reconstrucción.

El canciller Mariano Fernández agradeció las muestras de solidaridad de la comunidad mundial, pero aclaró que Chile no recibirá ayuda internacional hasta que la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (ONEMI) realice una evaluación confiable de los daños.

La tragedia dejó a unas 150 personas enterradas bajo los escombros de un edificio que colapsó en Concepción. El rescate de las víctimas comenzó a dar fruto casi al final de la jornada, cuando un grupo de incansables bomberos logró liberar de los escombros a 22 personas.

El terremoto se sintió en una extensión de más de mil 600 km entre las ciudades de La Serena y Puerto Montt. Millones de personas abandonaron sus casas cuando la tierra comenzó a bramar en Chile, un país que posee 2 mil volcanes y registra la mitad de la actividad sísmica del mundo.

Según el Centro Geológico de Estados Unidos, tras el sismo de 90 segundos de duración ocurrieron por lo menos 52 réplicas de magnitud 5 grados o más, incluso una de 6.9 grados.

El epicentro se ubicó a 325 kilómetros al suroeste de Santiago.

Al cierre de esta edición se reportaba que poco a poco se reanudaban los servicios en el país, pero casi un tercio de la zona de la capital y localidades periféricas, donde vive 40% de los 17 millones de chilenos, estaba sin luz, el subterráneo no funcionaba y el transporte publico aún era escaso, según reportes oficiales.

Solidaridad mundial

Gobiernos de todo el mundo expresaron su solidaridad con Chile ante la devastación causada por el terremoto y se declararon dispuestos a enviar ayuda.

En Washington, la Casa Blanca y el Departamento de Estado prometieron ayuda, y la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, dijo que estaría en contacto con el gobierno chileno durante su gira por Latinoamérica.

Clinton preveía hacer escala en Chile durante una gira por cinco países de Latinoamérica, pero no explicó si cambiaría sus planes. El presidente Barack Obama dijo que su gobierno estaba preparado para brindar ayuda para rescate y reconstrucción en Chile.

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que el organismo está dispuesto a ayudar a Chile. La jefa de política extranjera de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que ese bloque “está preparado para ayudar al pueblo de Chile” y que estarán trabajando juntos para monitorear y evaluar la situación. (Con información de El Mercurio/GDA)