Piñera ganó en las urnas... y en la bolsa.

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A Silvio Berlusconi no le hubiera salido mejor. La Presidencia de Chile conquistada por Sebastián Piñera llegó acompañada de un premio millonario.

Su fortuna, valuada hasta hace unos días en mil 200 millones de dólares, y tema de intenso debate en la campaña, parece haberse incrementado más después de su triunfo, avivando con ello una polémica que a la que le queda mucho camino por delante.

Piñera está a punto de aumentar su fortuna personal y despegar del puesto 701 del ránking de la revista Forbes con la venta de 26.7% de sus acciones en la aerocomercial LAN, que en los últimos días aumentaron su valor 137%. Es, lo que se dice, “un as para los negocios”. Dueño de un talento reconocido hasta por sus detractores para amasar una fortuna, Piñera se asemeja mucho al jefe de gobierno italiano, pero a quien admira en el mundo de la política no es a Il Cavaliere, sino al presidente francés Sarko, Nicolas Sarkozy.

El presidente electo chileno había dicho que si ganaba la elección vendería su participación en Chilevisión, en el club de futbol Colo Colo y en LAN, una de las empresas de aviación más pujantes de Sudamérica.

Después de su triunfo del domingo, y de ratificar su promesa, la Bolsa de Valores de Santiago suspendió sus operaciones tanto el martes como el miércoles, cuando las acciones de LAN aumentaron 20%.

“No puede ser que a partir ahora, convertirse en presidente se transforme en un gran negocio”, se quejó el senador de la Concertación Guido Girardi.

Axxion y Santa Cecilia son los dos fondos de inversión por los que el futuro presidente de Chile controla sus acciones en LAN.

Fernando Barros, presidente de Axxion y abogado personal de Piñera (antes lo había sido de Augusto Pinochet), reconoció que el incremento de 137% en el valor de las acciones que Piñera tiene en la empresa fue el fruto “de maniobras especulativas” y adelantó que ese paquete accionario será vendido y que la prioridad la tiene el grupo Cueto, propietario de 30% de la firma.

Las ventas de Axxion y San Cecilia le significarían ingresos de mil 600 millones de dólares. “Van a ser invertidos en instrumentos muy líquidos, muy amplios, en Chile y el extranjero sin tocar ningún área que genere un conflicto de interés con el cargo, con el ejercicio de presidente de la República”, adelantó el propio Barros, en un intento por calmar las aguas ante el posible choque de intereses entre el papel de Piñera como presidente del país y como hombre de negocios.

Con sus orígenes en una familia de clase media, Piñera es el prototipo exacto del empresario chileno surgido durante la dictadura. Su primer gran negocio lo hizo en 1978, cuando era un ingeniero de 28 años.

Fundó e integró el directorio (con 5% de las acciones) de Ingeniería Financiera y Comercial Ltda. (Infinco), una financiera que operaba en el mercado de cambios. De allí saltó al Banco de Talca, con 2.69% de las acciones. Justo allí se ideó y lanzó la tarjeta de crédito de Bancard Sociedad Anónima y desde entonces, su ascenso a los primeros mil lugares de las grandes fortunas del mundo no se ha detenido.

En Chile estiman que la fortuna de Piñera equivale a 14% del capital de Codelco, la estatal de cobre y una de las principales empresas mundiales del sector. Piñera de hecho atizó otra polémica cuando anticipó la idea de capitalizar Codelco para mejorar su posicionamiento.