El día en que no murió Porfirio Díaz.

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El 16 de septiembre de 1897, mientras se encontraba en la Alameda presenciando el desfile militar, el entonces presidente Porfiro Díaz estuvo a punto de ser asesinado.
Arnulfo Arroyo, un hombre que se encontraba borracho, no encontró la navaja que minutos antes le habían entregado y sólo asestó un golpe en la nuca del general, a quien no le pasó nada.

La guardia presidencial de inmediato lo atrapó. Díaz ordenó que nadie le hiciera daño. Poco después, Arroyo fue asesinado por un grupo de policías que lo mató a puñaladas. Jamás se aclaró nada.

Los hechos fueron retomados en la novela Expediente del atentado, escrito por Álvaro Uribe, quien durante cuatro años hurgó en los testimonios policiales y de testigos, notas periodísticas del momento y, claro, algo de imaginación para escribir los diálogos.

Hoy, en las calles de Xochimilco, comenzará el rodaje de la película basada en la novela. Jorge Fons (El callejón de los milagros y Rojo amanecer) es el responsable de dirigirla.

Arturo Beristáin dará vida a don Porfirio; José María Yazpik al aspirante a magnicida Arroyo; Julio Bracho al jefe policiaco; Daniel Gimenéz Cacho al escritor Federico Gamboa, referente de la historia mexicana de esa época, e Irene Azuela a la amante de este último.

“Se cuenta lo que pasó en esa semana, llegando al drama de ese día del atentado. Claro, habrá elementos que nos irán mandando al pasado y al futuro, pero prácticamente son unos cuantos días en los que se ve la historia”, dice Fons. “Se va a ver un sistema (político y social) muy interesante, bullicios, con elementos en decadencia, con una sociedad muy sometida y con una incipiente conciencia que empieza a darse, que empieza a tomar sentido y a instalarse, porque es de los primeros hechos que se acercan a un levantamiento, a un desacuerdo con el que gobierna”, añade el cineasta.

En su oficina destaca una marioneta con la figura de Díaz, que será utilizada en las secuencias donde se representarán las famosas carpas en las que con teatro guiñol se narraban los acontecimientos importantes de México.

También hay fotocopias de los diarios con la noticia del atentado. El imparcial comienza su nota diciendo que un hombre loco y audaz había intentado hacer daño al hombre que tanto había dado al país.

El atentado, título del filme, se rodará en foros y locaciones reales como el Palacio Nacional de la ciudad de México, Puebla y Zacatecas. Tendrá un costo de 77.8 millones de pesos.

Las primeras secuencias serán dramáticas: se verá a Arnulfo Arroyo departiendo en una cantina y a su mamá (María Rojo) trasladando en una carretilla el cadáver de Arnulfo, mientras va rezando. Es el antes y después del atentado.

Lo novedoso del rodaje será que, para minimizar costos, se utilizarán algunas maquetas para escenas; varios fondos serán telones dibujados, los cuales a través de la magia del cine no se notarán.

“Es una estética que va a sorprender cuando se vea en pantalla. Muchos exteriores se van a rodar en foros, lo cual es inédito”, dice Mónica Lozano, productora a través de Alebrije Producciones.

A lo largo de la película habrá más de 70 actores en escena y unos 3 mil extras. El vestuario es diseñado por Gilda Navarro (Arráncame la vida) quien durante casi medio año investigó el ropaje.

“Es una película muy militar, se investigó en la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) y encontramos un libro donde se dice cómo vestían los soldados. Que si el botón estaba a tres milímetros del dragón de no se qué y cosas así. También hay cosas de la época. Hay botones que mandamos hacer con el águila de esa época, ya le dijimos a Fons que comience la película haciendo un close up a esos botones”, bromea Navarro.

El atentado fue el proyecto ganador del Centenario de la Revolución, surgido de la convocatoria hecha por Conaculta e Imcine para sumarse a los festejos. Se debe entregar el 30 de junio, para su estreno comercial tentativo en septiembre próximo. Hasta las oficinas de producción, en los Estudios Churubusco, ha ido el escritor original de la novela, Álvaro Uribe. Está feliz. No participó en la escritura del guión (hecho por Fernando León y el mismo Fons), aunque de haberlo invitado, lo habría desechado. Afirma que el elenco ha superado sus expectativas: “Irene Azuela dará vida a una mejor Cordelia que yo imaginé. Lo que expresa con su rostro, es increíble. Ya vi al actor que hará a Porfirio Díaz, y por poco me cuadro ante él”.
Y añade que la única petición sin margen de negociación es tener un cameo en una de las secuencias. “Como Alfred Hitchcock lo hacía”, dice Uribe.