Es tiempo de actuar: Obama.

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En medio de una intensa batalla campal entre demócratas y republicanos, el presidente Barack Obama se alzó ayer sobre el barullo que arrecia desde el Capitolio para defender su plan de estímulo por un total de 900 mil millones de dólares y advertir que la voluntad del pueblo está de su lado para desechar las “teorías fallidas” que defienden los republicanos, y que han precipitado a EU hacia una de las peores crisis en su historia.

“Si no hacemos nada, esta recesión puede durar años, nuestra economía perderá cinco millones más de empleos y el país podría caer en una crisis que podríamos no revertir”, advirtió Obama en un artículo publicado en las paginas de The Washington Post, en el que decidió pasar a la ofensiva para tratar de evitar el descarrilamiento de su iniciativa.

En el artículo, el mandatario indicó que: “En medio de una crisis económica sin precedentes desde la Gran Depresión tenemos que elegir entre permitir que los malos hábitos (políticos) de Washington se vuelvan a interponer entre nosotros y el progreso, o demostrar que el destino no está escrito para nosotros, sino escrito por nosotros”.

En medio de un ambiente de urgencia y preocupación, el presidente redobló sus esfuerzos y advirtió que el tiempo para hablar del plan de estímulo “se ha acabado” y que ha llegado el momento de “pasar a la acción”, debido a la gravedad de la crisis económica.

Asimismo, Obama señaló las teorías fallidas que contribuyeron a la crisis: “La idea de que los recortes fiscales por sí solos van a resolver todos nuestros problemas, que podemos responder a nuestros retos con medidas tímidas y poco sistemáticas, que podemos ignorar los desafíos fundamentales como la independencia energética y el alto costo de la atención médica y aun así esperar que nuestra economía y nuestro país prosperen”.

Mientras demócratas y republicanos se enfrascaron en maratónicas y agrias disputas en el Senado, el presidente Obama se encontró por separado con senadores que podrían ayudarle a destrabar el impasse que se ha instalado en la Cámara Alta.

Fuentes allegadas a la Casa Blanca aseguran que, a pesar de las resistencias mostradas por los republicanos, el presidente confía en conseguir los votos necesarios para sacar adelante su iniciativa.

Los esfuerzos de Obama para que su iniciativa no naufrague en medio de una intensa disputa le han obligado así a desplegar una ofensiva desde distintos frentes para evitar que la minoría republicana le arrincone en el Senado.

El artículo difundido por el Post coincidió con una jornada en que los ánimos se caldearon en el Senado, mientras las noticias desde el frente laboral confirmaban las cifras de una imparable sangría.

Según las cifras dadas a conocer ayer por el Departamento del Trabajo, las peticiones del subsidio por desempleo crecieron la semana pasada hasta 626 mil, el nivel más alto en 26 años.

Pese al exhorto de Obama, el empantanamiento de las negociaciones en el Senado se evidenció con las acusaciones cruzadas entre demócratas y republicanos, mientras el líder de la mayoría, Harry Reid, advirtió que no permitirá que nada, ni nadie, tome de rehén al presidente Obama: “Si alguien cree que vamos a reescribir toda la iniciativa, el presidente no tendrá más remedio que retirarse de las negociaciones”, dijo en alusión a la pretensión de los republicanos de arrancar concesiones en el capítulo de recorte de impuestos.

Comentario:

Ehcarle toda la culpa a Washington tampoco es la salida. Entonces, ¿para que están las cámaras?