Aumentan las voces contra la regulación.

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En medio de un intenso debate, a favor y en contra del paquete de estímulo económico que el presidente Barack Obama intenta convertir en ley para inyectar poco más de 800 mil millones de dólares y salvar al país de la recesión, las voces que advierten contra la tentación de retornar al proteccionismo y desatar una nueva guerra comercial frente a sus principales socios comienzan a multiplicarse desde distintos frentes.

En el centro de la polémica está la cláusula Buy America que, de ser aprobada en el paquete de estímulo económico, impediría la compra de acero y hierro extranjero para construir infraestructura pública. Además, el Senado podría ampliar esta barrera al resto de materiales necesarios para acometer la obra prevista en los programas de inversión estatal.

Ayer, Barack Obama advirtió en una entrevista con la cadena televisiva Fox: “Estoy de acuerdo en que no podemos enviar un mensaje proteccionista” al mundo, dijo Obama en una entrevista con la cadena televisiva Fox.

“Esta cláusula va contra los acuerdos que se firmaron el 15 de noviembre en el marco de la cumbre del G-20, donde todos se comprometieron a evitar actitudes proteccionistas y además es incompatible con los acuerdos suscritos por EU en el marco del TLC y de la Organización Mundial de Comercio”, advirtió Gary Hufbauer, del Instituto Peterson para la Economía Internacional en un informe enviado a la Casa Blanca y al Congreso, como parte de la campaña para evitar el triunfo de la cláusula Buy America.

La tentación de retornar al proteccionismo que EU inauguró durante los años de la Gran Depresión (1929-1935) ha desatado las advertencias de la Unión Europea y las preocupaciones de sus principales socios comerciales en el hemisferio. En particular, desde Canadá y México, las dos fronteras que delimitan hacia el norte y hacia el sur de EU el espacio físico del TLC que hoy supera los 900 mil millones de dólares en intercambio, según las últimas cifras de la Secretaría de Comercio. “Yo no creo que EU no puede cortarse los dos brazos al mismo tiempo”, aseguró Armand Peschard-Sverdrup, del Centro para Estrategias y Estudios Internacionales de Washington (CSIS), en alusión al TLC y a dos socios como México y Canadá. “Habrá una suerte de proteccionismo aislado con concesiones muy específicas a grupos de interés que apoyaron a Obama, pero no impactarán en el conjunto de acuerdos”, aseguró el especialista en referencia a ciertos programas como el del transporte transfronterizo que podrían tratar de frenar el poderoso sindicato de los transportistas.

Comentario:

Lo más sensato sería revisar el tratado de libre comercio para evitar prácticas proteccionistas.