El nivel del mar amenaza a Cartagena, Colombia.

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¿Qué va a pasar si el nivel del mar sigue aumentando en las zonas costeras de Cartagena, cuando las aguas que hoy inundan la Avenida del Malecón en Bocagrande, la calle 6A de Castillogrande o la Plaza de la Aduana (Centro), sean permanentes?, ¿Qué pasará con construcciones de los barrios cercanos al mar y la Bahía?, ¿Hasta dónde llegará el nivel del mar y a quiénes afectaría? Todavía no hay respuestas claras.

Lo que si tienen claro el Ministerio de Ambiente y el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas (CIOH), es que los efectos del Cambio Climático y el aumento del nivel del mar no serán tan evidentes ahora como dentro de 40 o 60 años.

Según la asesora del viceministerio de Medio Ambiente, Andrea García Guerrero, Cartagena es una de las ciudades más vulnerables a los efectos, puesto que asegura que el aumento del nivel del mar será entre 60 a 80 centímetros para los próximos 80 años. “Nefasto para una ciudad turística”, señaló.

“La erosión de playas que ya estamos viendo y las inundaciones de las calles cercanas de las zonas costeras serán más notorias dentro de unos años. Los efectos del Cambio Climático aumentarán las lluvias y estas el nivel del mar, hasta el punto que habrá inundaciones en periodos prolongados del año”, explicó García Guerrero.

La funcionaria consideró que entre los sectores más afectados estarían El Laguito, Castillogrande, Bocagrande, Marbella y el corregimiento de La Boquilla. Un estudio del año 2006 realizado por el (CIOH) muestra que en los últimos 90 años (1907 a 1997) el nivel medio del mar en el Caribe aumentó entre 2,01 y 3,58 mm por año, incremento que pudo obedecer a los efectos del calentamiento global en los pasados 50 años.

El estudio también registró que entre 1952 y 1992 hubo un aumento significativo de 5,61 mm por año, el mayor nivel observado en Cartagena. Según el capitán de Corbeta, Rafael Ricardo Torres, responsable del área de Oceanografía del CIOH, esto podría ser insignificante en un año, pero muy significativo entre 50 y 100 años.

“Si cada año el nivel del mar tiene este aumento, es muy probable que dentro de 100 años llegue por encima de los 50 mm y en 100 años a un poco más y tal vez llegará un momento en que las inundaciones serán permanentes”. El oficial no descartó, pero tampoco aseguró, que el aumento en el nivel del mar llegue hasta las terrazas de las construcciones del sector turístico.

De lo único que cree tener certeza es que hace 20 o 30 años no se registraban inundaciones como las que se observan casi todos los días en la calle que da a la Bahía, en el sector de Castillogrande. Las razones del fenómeno no son del todo claras, como si que algo está pasando.

“Podría deberse al aumento del nivel del agua del Canal del Dique, al incremento de las lluvias en otras zonas del país o al Cambio Climático. Hay que averiguarlo y empezar a tomar las medidas”, indicó. Lo peor de todo es que el CIOH no cuenta con los recursos para hacer las investigaciones y planear las medidas de mitigación.

“Realmente no hay recursos para hacer el estudio que determine cuánto se está inundando ahora, lo poco que hemos hecho ha sido con las uñas. El único mareógrafo con el que contamos es prestado y hace un mes se daño. Uno nuevo cuesta 70 millones de pesos y no los hay”, señaló el Capitán de Corbeta.

¿QUÉ HACER?

El responsable del área de Oceanografía del CIOH, cree que se debe empezar por materializar las políticas referentes al tema planteadas, entre otras, en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), además de asignar recursos y delegar responsabilidades entre las autoridades competentes.

“De nada sirven las investigaciones y estudios si sólo se quedan en el papel”, manifestó.

También cree que hay que empezar a tomar las medidas que permitirán mitigar y atender los efectos del aumento del nivel del mar. Lo mismo opina Andrea García Guerrero, asesora del Ministerio de Ambiente quien piensa que si no se hace nada el problema aumentará significativamente.

Entre las acciones da prioridad la toma de conciencia por parte de los entes territoriales sobre las consecuencias que puede traer para las ciudades costeras el cambio climático y el aumento del nivel del mar.

“Es necesario que los entes territoriales empiecen a planificar y a mirar con lupa el POT, las licencias de construcción y los planes de Desarrollo con base en los efectos que trae en cambio climático. Antes de dar un permiso, las curadurías deben mirar si en el lugar en el que se va a construir la carretera es zona de bajamar o altamar y así establecer si se va o no a inundar dentro de unos años.

También es importante establecer qué va a pasar con la que ya se construyó”. La funcionaria consideró que los gobiernos locales deben hacer los planes de mitigación y prevención de las zonas más vulnerables, establecer dónde se reubicaran las familias afectadas, su número y estar muy pendientes de los pronósticos o noticias que entregan las autoridades marítimas sobre el aumento de la marea y los fenómenos climáticos próximos a presentarse, además de tener una comunicación directa con ellos.

“No hay que esperar a que lleguen el problema para tomar las medidas”, agregó, para concluir que “Cartagena, por ser una ciudad turística debería empezar a estudiar su vulnerabilidad frente al Cambio Climático y diseñar los planes de adaptación y mitigación de la mano del Ministerio, las autoridades marítimas e Ideam”.

Comentario:

¿Cuántas otras ciudades estarán sufriendo algo similar a Cartagena, pero que carecen de un estudio tan completo como el que acabamos de leer?