Los terroristas serán destruidos: Putin.

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El primer ministro ruso Vladimir Putin, quien cimentó su poder en 1999 al lanzar una guerra para combatir el separatismo checheno, interrumpió un viaje a Siberia tras los atentados que dejaron ayer 38 muertos y decenas de heridos en el Metro de Moscú, y advirtió que los “terroristas serán destruidos”.

El jefe del servicio federal de seguridad (FSB por su sigla original), Alexander Bortnikov, vinculó los ataques de ayer a las disputas en el Cáucaso Norte en donde una insurgencia islámica ha amenazado con atacar blancos en ciudades rusas y oleoductos del país.

Las autoridades informaron haber encontrado resto de dos mujeres suicidas en las estaciones del Metro moscovita donde se inmolaron en una hora pico.

La primera de las explosiones ocurrió en un tren que arribaba a las 7:56 hora local a la céntrica estación Lubyanka, ubicada cerca del cuartel central del FSB. Allí murieron 23 personas. La otra explosión destrozó un vagón de un tren detenido en la estación de Metro Park Kultury, frente al Parque Gorky, unos 40 minutos más tarde que la primera, provocando 12 muertes más, informaron funcionarios del Ministerio de Emergencias. Otras tres murieron en el hospital. Bortnikov dijo que las bombas estaban rellenas con tornillos y trozos de hierro. Ningún grupo se atribuyó hasta el cierre de esta edición la responsabilidad por las explosiones.

Las fuerzas de seguridad rusas buscaban a tres cómplices de las dos suicidas. Dos mujeres, de rasgos eslavos, que acompañaron a las terroristas hasta la entrada del metro moscovita, fueron filmadas por las cámaras de seguridad. El tercer sospechoso es un hombre, de 1.80 metros de altura y unos 30 años de edad, con barba.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo que militantes en la frontera entre Paquistán y Afganistán pudieron ha ber ayudado a organizar los asaltos. Algunos funcionarios rusos han dicho que insurgentes del Cáucaso Norte tienen lazos con la red Al-Qaeda, cuyos líderes se cree que están escondidos en la frontera paquistaní, pero muchos analistas dudan de ese vínculo.

Consultado sobre si podría haber alguna participación extranjera en los ataques del lunes, Lavrov no mencionó a ningún grupo directamente, pero Interfax lo citó cuando dijo: “No lo descarto”.

“Son bestias”: Medvedev

“Son simplemente bestias”, dijo el presidente ruso, Dmitri Medvedev, sobre los atacantes tras depositar un ramo de rosas rojas en la plataforma de una de las estaciones de Metro.

El mandatario prometió una guerra sin cuartel contra el terrorismo.

“Es un crimen terrible en sus consecuencias y atroz en su forma”, dijo Putin a funcionarios de emergencia en una videoconferencia. “Estoy seguro que los cuerpos de aplicación de la ley no ahorrarán esfuerzos para ubicar y castigar a los criminales. Los terroristas serán destruidos”, agregó el premier ruso.

El Kremlin declaró la victoria en su batalla contra los separatistas chechenos, que libraron dos guerras contra Moscú. Pero la violencia se intensificó en el último año en las repúblicas vecinas de Dagestán e Ingusetia, donde la militancia islamista se suma a las rivalidades de clanes y bandas delictivas en medio de la pobreza.

La comunidad internacional condenó al unísono los atentados terroristas en Moscú y confió en que los autores de este crimen sean llevados ante la justicia.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a su homólogo ruso para manifestarle personalmente sus condolencias por el “atroz acto terrorista en Moscú” y mostrarle la disposición de su país a cooperar con Rusia para “ayudar a llevar ante la justicia a los que llevaron a cabo este ataque”.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dijo que el organismo multilateral considera que el terrorismo es “un crimen injustificado, sin importar los motivos, el momento en que se lleva a cabo, el lugar o sus autores”.

México rechaza el terror

En igual sentido, México afirmó que “reitera su posición en contra del terrorismo en cualquiera de sus formas y rechaza estos actos injustificables que lastiman gravemente al pueblo ruso y a la comunidad internacional en su conjunto”.

Los ministros de Asuntos Exteriores del G8, tras condenar “contundentemente” los atentados, se comprometieron a continuar colaborando para “frustrar” los ataques terroristas y a trabajar por un mundo que sea seguro para todos, “basado en los principios de democracia y el respeto a la ley a los derechos humanos”.

El rublo ruso cayó con las explosiones, pero después recuperó terreno, y los analistas dijeron que era improbable que los asaltos minaran la fortaleza de la divisa.