Riña entre bandas de reos deja 23 muertos.

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Una pelea entre grupos antagónicos en el interior del penal estatal de esta ciudad dejó al menos 23 reos muertos, nueve de ellos de reciente ingreso acusados de secuestro, confirmó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

La reyerta, en el Centro de Readaptación Social número 1 —que interna a presos de los fueros común y federal—, comenzó a las 7:00 horas en el área de procesados, cuando los custodios abrieron las celdas para dar el desayuno a los internos, dijo el director del reclusorio, Noel Díaz Rodríguez.

Versiones de familiares indicaron que un grupo de presos atacó a reos que recién ingresaron al lugar y que las muertes pudieron ser por encargo. En la trifulca salieron a relucir armas blancas, confirmaron autoridades del estado.

Por más de 30 minutos la cárcel quedó fuera de control, hasta que los militares restablecieron el orden.

Este es el motín más violento en Durango, región donde según la Procuraduría General de la República (PGR) opera el cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán. En agosto pasado ocurrió una riña en el penal de Gómez Palacio, al sur de Durango, que dejó un saldo de 20 internos muertos.

Hermetismo y contradicciones

El director de Prevención y Readaptación Social, Noel Díaz Rodríguez, y el procurador Daniel García Leal confirmaron en rueda de prensa que el saldo de la batalla fue de 23 muertos.

Los primeros reportes informaban de 20 heridos. Sin dar números, Díaz Rodríguez dijo que “algunos fueron lesionados pero no ameritaron ser sacados del Cereso para su atención”.

Refirió que todo inició en el área de procesados, aunque en diferentes zonas del penal también se registraron algunas riñas y usaron “puntas” fabricadas por los mismos internos. Añadió que al registrar los primeros brotes de violencia, “de inmediato se activó el código rojo”, lo que motivó que militares se trasladaran al penal para tomar el control.

En el exterior se mantenían policías del estado, donde decenas de personas acudieron para exigir información sobre sus familiares presos.

Fuentes oficiales señalaron que fueron tres riñas simultáneas: una en el área de los sentenciados, otra en la de los procesados y una más en la de control de proceso, donde están los presos de reciente ingreso. Ante esta versión investigan si las muertes fueron por encargo.

El director de Readaptación y Prevención Social dijo que una vez más la seguridad de los penales en Durango fue rebasada debido a que los mismos no fueron diseñados para reos del fuero federal. Comentó que se espera que pronto en el Cefereso del municipio de Guadalupe Victoria exista la posibilidad de trasladar a varios internos de alta peligrosidad y de ser posible a otros penales de mayor seguridad en el país. Dijo que la Procuraduría estatal comenzó la averiguación previa de los hechos.

El procurador del estado, al detallar el nombre de los 23 reos fallecidos, señaló que nueve estaban recluidos por secuestro, seis por delitos contra la salud, cuatro por homicidio, uno por violación, uno por robo, uno más por portación de arma de fuego y otro por lesiones.

El penal se ubica en la carretera a Parral, a unos cinco kilómetros del centro, y fue diseñado para albergar a mil 400 reos; sin embargo, su población es de 2 mil 500, de los que 35% son del fuero federal. En cada turno hay 40 custodios. Ha sido escenario de dos hechos similares a los de ayer en los últimos 16 meses, que dejaron 15 prisioneros muertos.