INAH limpia pinturas de hace mil años dañadas con grafiti.

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Las autoridades mexicanas anunciaron hoy que han limpiado unas pinturas rupestres de mil años de antigüedad que habían sido dañadas con grafiti por vándalos en la zona de Cataviñá en el estado de Baja California, fronterizo con Estados Unidos, informaron fuentes oficiales.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explicó en un comunicado que sus especialistas restauraron estos vestigios con diseños geométricos y figuras antropomorfas considerados los más importantes de la zona, testimonio de los pueblos primitivos que habitaron la península de Baja California hace siglos.

El INAH precisó que los trabajos de restauración se desarrollaron hace unas semanas y estuvieron a cargo del arqueólogo Juan Martín Rojas y la restauradora Mónika Pérez, del Museo Nacional de Antropología.

Los expertos trabajaron en la eliminación casi total de la tinta negra aplicada por los vándalos sobre las antiguas manifestaciones plasmadas sobre los frentes rocosos, que se vinculan a grupos aborígenes cochimíes.

Por su parte, la arqueóloga Julia Bendímez, directora del Centro INAH-Baja California, informó que se trata de alrededor de 50 manifestaciones artísticas rupestres resguardadas en el Desierto Central de Baja California, en las cercanías de la carretera transpeninsular Ensenada-La Paz.

Las pinturas son esquemáticas, elaboradas en colores rojo, blanco, negro y amarillo, de tamaño es variable, pero no sobrepasan los 50 centímetros.

Entre ellas se pueden apreciar representaciones alusivas a la llegada de los conquistadores españoles.

Bendímiz comentó que las pinturas de Cataviñá son muy conocidas por los viajeros del Desierto Central de Baja California, debido a que son de fácil acceso desde la carretera transpeninsular, lo que al mismo tiempo las hizo vulnerables.

La arqueóloga indicó que aunque la mayoría de las pinturas datan de hace diez siglos, hay zonas donde algunas están sobrepuestas a otras más antiguas.