Obama y McCain trabajarán juntos.

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Menos de dos semanas después del proceso electoral que marcó un hito en la historia de Estados Unidos, el presidente electo, Barack Obama, y el derrotado candidato republicano a la Presidencia, John McCain se reunieron ayer por primera vez en los cuarteles de transición de Obama, en Chicago, para protagonizar un acto de reconciliación que ha trascendido fronteras de partido para “solucionar los desafíos comunes y urgentes de nuestro tiempo”.

El encuentro entre ambos políticos estuvo pródigo en sonrisas y cumplidos. La acritud con la que McCain trató a Obama en el último tramo de la contienda se transformó ayer en un acto almibarado donde los otrora rivales se esforzaron por pasar la página y estar a la altura de las circunstancias.

“Esperamos trabajar juntos en los días y meses venideros en desafíos críticos como la solución de la crisis financiera, la creación de una economía basada en nuevas formas de energía y la protección de la seguridad de nuestro país”, fue el mensaje que Obama y McCain suscribieron al término de su encuentro para dejar atrás los más escabrosos pasajes de la lucha por la Presidencia y para arrimar el hombro para rescatar al país del fondo del pozo donde lo ha dejado la administración de George W. Bush.

A pesar de que la no inclusión del senador por Arizona en el gabinete Obama es algo que se da por descontado, su colaboración será crucial en el inicio de su mandato para contar con el respaldo del Partido Republicano en el Congreso. Especialmente en la confección de una agenda que pasa por el rescate de la economía pero, además, por el impulso de iniciativas en materia energética, medioambiental, reestructuración de las Fuerzas Armadas y reforma migratoria, donde Obama necesitará de todo el respaldo de McCain.

“Tuvimos una conversación productiva sobre la necesidad de lanzar una nueva era de reforma para luchar contra el despilfarro y el partidismo en Washington con el fin de restaurar la confianza en el gobierno”, aseguraron Obama y McCain en el comunicado conjunto que se distribuyó al final de su encuentro.

A pesar de que Obama contará con una mayoría en el Congreso, lo que le permitirá sacar adelante temas vinculados a la gestión del presupuesto, otros temas demandarán de una amplia coalición política para salir adelante.

“John McCain siempre es un valioso aliado en el Senado porque muy pocos como él tienen tanto poder de influencia”, reconoció el senador demócrata por Nueva York, Charles Schumer.

Desde el equipo de transición, los colaboradores de Obama reconocen que el apoyo de McCain —y de Joe Lieberman, uno de sus más fieles aliados—, será de gran importancia para el gobierno entrante, particularmente en asuntos relacionados con la reestructuración de las Fuerzas Armadas dentro y fuera de Estados Unidos y el cierre de la base de Guantánamo, donde Obama y McCain coinciden ampliamente.

Pero, además, en el espinoso asunto de una reforma migratoria donde Obama estará obligado a responder a las expectativas de millones de inmigrantes que hoy viven en las sombras, tras el apoyo mayoritario de la comunidad latina, que respaldó, con 61% de su voto, para llegar a la Casa Blanca —entre los nuevos ciudadanos, el porcentaje de apoyo a Obama superó el 70%—.

Según la cadena CNN, uno de los aspectos en los que podría darse una colaboración en breve plazo que se discutieron en la reunión fue, precisamente, el de la reforma migratoria.

Durante la campaña, ambos candidatos mantuvieron un agrio enfrentamiento en el asunto de la reforma migratoria. McCain acusó a Obama de torpedear el plan de reforma que él y el demócrata Ted Kennedy impulsaron en el Senado, que hubiera proporcionado un camino hacia la legalización de los 12 millones de indocumentados que se calcula ya están en el país.

Obama, por su parte, criticó que McCain cambiase de opinión tras el fracaso en el Congreso de la reforma y propugnase el cierre hermético de las fronteras antes de cualquier otra medida.

La reforma migratoria es una de las principales preocupaciones para los latinos en Estados Unidos, que en las elecciones apoyaron masivamente a Obama y ahora le reclaman que cumpla con sus promesas de llevar adelante el plan que quedó estancado el año pasado.

Finalmente, dentro del equipo de transición de Obama reconocen que el apoyo de McCain será crucial en el plan de repliegue de tropas de Estados Unidos en Irak, en el marco del acuerdo alcanzado ayer mismo con el gobierno del primer ministro iraquí Nouri Al-Maliki, para que el Ejército estadounidense abandone el país hacia 2011. (Con información de DPA)


Comentario:

El apoyo de McCain será fundamental en el aspecto de política exterior.