Brasil sale de apagón masivo.

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Brasil emergió el miércoles por la madrugada de un apagón masivo que dejó a oscuras las ciudades más grandes y pobladas del país, mientras la principal planta hidroeléctrica volvió a funcionar.

El apagón afectó a las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, que quedaron totalmente sin luz durante más de tres horas desde 10:15 de la noche del martes, en un fenómeno que el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, atribuyó a un desperfecto en la planta hidroeléctrica de Itaipú.

El metro en las dos ciudades se paralizó, los teléfonos celulares dejaron de funcionar y el tráfico se convirtió en un caos por falta de semáforos, mientras la policía se puso en alerta ante la posibilidad de que la oscuridad fuera aprovechada por los delincuentes.

La administración de Itaipú, la generadora más grande de Brasil compartida con Paraguay y Argentina, emitió un comunicado indicando que la planta ''volvió a operar con normalidad a partir de las 6 de la mañana''.

''En este momento, 18 unidades generadoras están en funcionamiento'', aseguró la administración de Itaipú, la segunda planta hidroeléctrica del mundo.

El presidente brasileño de Itaipú, Jorge Samek, dijo a los periodistas de que la planta se recuperó ''con la gran ventaja de que no hubo averías mayores''.

Explicó que el problema ocurrió en alguna de las cinco líneas de transmisión que llevan la energía de Itaipú al sistema centralizado de distribución eléctrica.

El comunicado de la planta indica que aún no está claro lo que provocó la interrupción de la transmisión eléctrica, aunque Lobao indicó la madrugada del miércoles que pudo haber sido provocado por las tormentas que azotaron la región de Itaipú, en la frontera con Paraguay.

El apagón afectó al menos 10 estados brasileños y dejó temporalmente sin luz prácticamente todo el territorio paraguayo, que recuperó la energía poco después.

En las principales ciudades brasileñas había aún problemas la mañana del miércoles en algunos semáforos y muchos usuarios estaban sin telefonía celular, mientras partes de Sao Paulo batallaban sin abastecimiento de agua debido a que las plantas utilizan electricidad para bombear el líquido.

En Río, el gobernador Sergio Cabral envió una unidad especial de la policía a patrullar las calles el miércoles por la madrugada a fin de mantener la calma en una ciudad conocida por su delincuencia. Además, el alcalde envió otros 3 mil guardas civiles desarmados para controlar el tránsito rodado.

Los robos aumentaron en la zona aledaña al estadio Maracaná, sede de las ceremonias de apertura y cierre de las Olimpíadas del 2016, así como de la final de la copa mundial de fútbol del 2014. Un vocero policial dijo que una banda de unos 12 delincuentes opera en el área, atracando a la gente en masa, una actividad delictiva tan común que es conocida como la ''gran barrida''.

El vocero, que habló a condición de guardar el anonimato por no estar autorizado a dialogar sobre el tema, no aclaró cuántos atracos ocurren de promedio en una noche o cuántos ocurrieron durante el apagón, aunque reconoció que fueron más. Agregó que en otras zonas de Río no parece que hubiese habido un salto considerable de la delincuencia callejera, que atribuyó en parte a que viajeros se quedaron en las estaciones de tren y el metro hasta que fue restaurada la electricidad.

El apagón despertó dudas sobre las condiciones de Río de Janeiro para organizar los Juegos Olímpicos del 2016. Brasil también será sede del mundial de fútbol del 2014.

La suspensión en el servicio eléctrico se presentó dos días después de que el programa estadounidense de televisión 60 Minutos informó que dos apagones en Brasil que afectaron a Río de Janeiro en el 2005 y al estado de Espirito Santo en el 2007 Santo, fueron provocados por piratas cibernéticos, conocidos como ''hackers''.

La versión no ha sido fue confirmada ni desmentida por las autoridades brasileñas.