Ataques sincronizados matan a 147 en Irak.

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Dos ataques suicidas sincronizados contra el corazón del gobierno iraquí dejaron ayer al menos 147 muertos en la capital del país y dañaron severamente los edificios del Ministerio de Justicia y el Consejo Provincial.

Los suicidas atravesaron varios puntos de seguridad antes de detonar sus camiones, con un minuto de diferencia, dejando 147 muertos y 721 heridos, según las autoridades.

Se trata del ataque coordinado más mortal desde el verano de 2007, cuando en atentados con bomba contra dos pueblos cerca de Mosul murieron unas 500 personas, y sucedió a unas cuadras del lugar donde otro atentado, contra los ministerios de Exteriores y Finanzas, mató al menos a 122 personas en agosto.

Durante meses, el primer ministro Nuri Kamal al-Maliki ha tratado de presentar un Irak que ha logrado dar vuelta a la violencia. Recientemente ordenó que las paredes afectadas por explosiones fueran quitadas de las calles e insistió en que las fuerzas locales son capaces de garantizar la seguridad del país, mientras las tropas estadounidenses se preparan para dejar suelo iraquí en el 2011.

Sin embargo, los bombazos contra cuatro ministerios, en un lapso de dos meses, han provocado que algunos iraquíes reconsideren su apoyo al premier.

“Agenda de odio”

Ayer en la tarde, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó por teléfono a Maliki para expresarle sus condolencias. El mandatario condenó los ataques, que calificó de destructivos. “Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo y al gobierno de Irak como un amigo y socio cercano, mientras los iraquíes se preparan para las elecciones del año entrante”, dijo. Añadió que los ataques “revelan la agenda de odio y destrucción” de quienes niegan a Irak el futuro que merece.

A su vez, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó lo que consideró “actos de violencia sin sentido” que se dirigen nuevamente contra inocentes.

Marines estadounidenses patrullaban ayer la zona del atentado. Uno de ellos dijo que los iraquíes les habían solicitado ayuda en la investigación.

Funcionarios iraquíes y de Estados Unidos habían advertido sobre un potencial aumento de la violencia, conforme se aproximan las elecciones parlamentarias del 16 de enero.

El premier visitó ayer el Consejo Provincial cerca de una hora después de la explosión; a su alrededor estaban paramédicos que transportaban a los heridos a las ambulancias y metían partes de cadáveres en bolsas de plástico. Las calles aledañas fueron bloqueadas, Maliki emitió una declaración calificando de “cobardes” los ataques y culpó de los mismos a elementos del Partido Baath y al grupo insurgente sunita Al-Qaeda in Mesopotamia.

A su vez, el presidente iraquí, Jalal Talabani, dijo que los atacantes buscan dañar la frágil democracia iraquí.

La policía informó que el primer camión se estrelló contra el edificio del Ministerio de Justicia a las 10:30 de la mañana (local) y voló los ventanales del edificio; el segundo lo hizo contra el Consejo Provincial poco después. Una densa columna de humo se elevó de los edificios en el centro de la ciudad. Las fuertes explosiones destruyeron también decenas de vehículos estacionados en la zona y provocaron derrumbes parciales en edificios cercanos.

México condena

A través de un comunicado de la Cancillería, el gobierno de México condenó el atentado y dijo que “reprueba de manera inequívoca el uso de la violencia en cualquier circunstancia y presenta sus más profundas condolencias a los familiares de las víctimas y al gobierno de Irak”.

Los gobiernos de Francia y Reino Unido, al igual que la OTAN, expresaron también su condena ante los ataques. (Con información de agencias)