Bancadas liquidan a más de un millar de trabajadores.

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Las ocho bancadas de diputados liquidaron a casi un millar de trabajadores propios —secretarias, choferes, oficinistas, ayudantes y hasta asesores—, y reportan que heredarán a la 61 Legislatura fracciones parlamentarias libres de deudas y de colaboradores con antigüedades acumuladas.

Estos propósitos de pago de antigüedades tropezaron con 74 empleados del PRD que se negaron ayer a tomar los cheques de liquidación, que van de los 522 mil pesos a los 113 mil pesos. Como medida de presión para seguir en su puesto, tomaron dos pisos de oficinas con exigencia de tratar su caso con el coordinador entrante, Alejandro Encinas.

Por su parte, el PAN liquidó a más de 220 empleados, los cuales fueron recontratados, informó el coordinador de la bancada, Héctor Larios.

De 206 diputados panistas que se van, entrarán al recinto de San Lázaro 147.

Larios destacó que el PAN tiene personal con 29 años de servicios, además de cuatro jubilados. El lunes pasado los empleados de la fracción parlamentaria panista más antiguos recibieron reconocimientos, afirmó.

Uno de los auditorios más grandes de San Lázaro fue utilizado para celebrar a los trabajadores del Partido Acción Nacional, quienes se tomaron la “foto de familia”, con un cheque en el bolsillo y certeza laboral.

Los panistas no necesitan deshacerse de empleados, explicó el grupo, toda vez que el apoyo secretarial y legislativo ha sido colectivo. Por ejemplo: en vez de que un diputado tenga varias secretarias, cada una de ellas sirve a tres o cuatro legisladores; los choferes también trabajan en equipo, aseguran.

Los 250 trabajadores propios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) recibieron sus liquidaciones desde el pasado 19 de agosto y quedaron sin recontratación automática.

Salen 106 diputados priístas y entran 132 más, para formar el grupo más numeroso, con 238 curules, a las que corresponderán un paquete de oficinas, secretarias, asistentes, asesores.

En el PRD pasan por la liquidación laboral poco más de 400 empleados, sin opción de recontratación, antes bien, la bancada estará obligada a funcionar con menos gente.

Además, 77 trabajadores del grupo tienen antigüedades de varias legislaturas, y algunos suman 17 años de servicios.

El grupo perredista resta 56 curules y quedará en 71, luego de que en la 60 Legislatura, con 127 diputados contrató a 300 trabajadores. Desde este martes empezaron a darse las liquidaciones de tres meses de salario más 12 días por cada año.

Los 74 trabajadores que desean continuar en sus puestos rechazan en conjunto un pago de 12.8 millones de pesos, Sus cheques tienen añadidos 20 días por año a los 12 de una liquidación básica. “Son las mejores condiciones posibles”, dijo el diputado David Mendoza Arellano, integrante de una comisión encargada de cerrar las relaciones laborales de su grupo.

Los inconformes pedían ayer un bono de fin de legislatura, mientras que los diputados les explicaron que dicha prestación sólo la tienen los trabajadores de la Cámara de Diputados.

El desmantelamiento de la bancada, tropezó con la Coalición de Trabajadores del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, que ayer demandaron entablar negociaciones con el próximo coordinador, Alejandro Encinas.

Además, el PRD empezó el pago de sus compromisos financieros con los 127 diputados salientes, como es el fondo de ahorro acumulado durante tres años, más intereses, y que rebasa el millón de pesos.

A esta cifra de 870 liquidados se agregan los que dejan PVEM, PT, Convergencia, Panal y, desde luego, el Socialdemócrata que se va de San Lázaro; estos grupos, que sumaban 59 diputados, podrían haber liquidado 200 trabajadores propios.