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jueves, 27 de agosto de 2009

Cultivos de chinampas, directos hasta su mesa.

Noticia:


Desde poco más de un año surgió un proyecto social dentro de la zona lacustre de Xochimilco: Productos de la Chinampa.

Es una red donde intervienen productores, ecologistas, biólogos, administradores, científicos y emprendedores. Su visión es regenerar y preservar esa zona y pretende cumplir con las tres funciones de un proyecto sustentable: ecológico, social y económico.

Su cultivo proviene desde los tiempos de Tenochtitlán y los productos se están colocando en varios restaurantes de la ciudad y en distintos domicilios.

Productos de la Chinampa es un proyecto independiente y no recibe dinero del gobierno. “Eso acabaría con la iniciativa”, indica Luis Jhon, quien es el fundador de Locht & Jhon Comunicación (de Luis Humberto Jhon y Marianne Locht), una agencia de comunicación que da servicios de vinculación y marketing y comercialización a los chinamperos, quienes están interesados en la propuesta para preservar esta zona de cultivo.

Luego se les unió David Buen Abad, quien se interesó por la parte ecológica, “principalmente porque esto apuesta por la preservación natural de Xochimilco, la idea de que los agricultores cultiven la chinampa y no la abandonen, de que se aliente el cultivo sin pesticidas y de acuerdo con la agricultura tradicional”.

Consumo responsable

Esto comenzó como una idea para movilizar los productos de los chinamperos. “Aun cuando el mercado de Xochimilco surgió para que los chinamperos pudieran vender sus hortalizas y flores, ellos rara vez pueden vender ahí. Se van a la Central de Abasto o los comercializan por su parte”, señala David.

“Lo importante es colocar los cultivos de los productores en los restaurantes y casas particulares y generar un consumo responsable”, explica.
Este proyecto funciona como una red de carácter social donde se intenta eliminar la figura del intermediario, de tal manera que los productores tengan un acceso libre a la gente que compra y consume sus hortalizas.

Así, Ricardo Rodríguez, el director comercial, explica que al productor “se le paga lo que él vende, según su producto; en caja no tenemos un fondo destinado exacto, vamos dando el dinero según el pedido de los restaurantes”.

El mecanismo consiste en lo siguiente: Ricardo, Luis o David se dirigen a alguno de los chinamperos quienes son el contacto con otros productores y los invitan a participar de forma voluntaria; se intenta formar una red donde cada quien cultiva algo distinto: lechuga, masa de maíz, frijol, calabaza.

Actualmente, el productor responsable es Víctor Hugo Romero, quien está reestructurando y fortaleciendo la red. Después reúne los productos en la oficina de Ricardo de acuerdo con los pedidos que se han solicitado.

La administración del proyecto se divide en 80% para productores y 20% para Locht and Jhon comunicaciones (Marianne, Luis, David y Ricardo).

Al principio Luis distribuía las hortalizas junto con su esposa e hija; pedía un taxi de Xochimilco que le llevara el producto a su casa y luego iba a los restaurantes a distribuirlo. Hoy Ricardo recibe los productos en su oficina y de ahí los reparten en una camioneta.

A esta zona no llegan los mariachis

El lago de Xochimilco se encuentra tranquilo, nos acercamos lentamente a la chinampa de Pedro Méndez, vamos en trajinera. Apenas si hay gente, este camino se encuentra en la parte ecológica y es muy distinto de la zona turística.

Acá no se ven mariachis ni tríos norteños, en su lugar se miran las garzas y los perros de agua (ave) y, a lo lejos, algunos patos y borregos. Es difícil imaginar que a tan sólo unos minutos de ahí se encuentra el Periférico.

“Mira -dice David Buen Abad-, esas plantas que rodean la chinampa se llaman ahuejotes y funcionan como barrera natural. Éstos brindan minerales a la chinampa y sostienen la tierra. También protegen a los cultivos, ya que funcionan como rompevientos.

La trajinera se orilla y saltamos a la chinampa de Pedro Méndez, quien se encuentra cultivando junto con su hermano Antonio.

“Es temporada de flores y estamos sembrando para la época de noviembre”, dice Pedro.

De entrada llama la atención la tierra negra, tan distinta de otros sitios, pero aquí (en las chinampas) se siembra sobre lodo, de ahí la diferencia.

Él es agricultor, cultiva la chinampa (del náhuatl chinamitl, que significa cobertizo de cañas sobre lodo) práctica de agricultura que proviene de años atrás, se desarrolló en Mesoamérica; consiste en la construcción de islas artificiales donde se siembran flores y legumbres. Se le conoce como jardín flotante.

“Cuidado con las culebras”, advierte Pedro, mientras avanzamos por los cultivos y donde nos enseña las calabazas, el frijol chinampero, brócoli...

Regalo de bodas...

“La forma de organización de nosotros viene de la familia, es por eso que Xochimilco es tan fuerte. Los abuelos platicaban que sus padres construyeron la chinampa; cortaban el xacaltule (forma de césped o cama) y formaban un colchón, el tulmozote, se cortaban tiras largas y anchas que se pudieran trasladar y es que crece flotando sobre el agua. Antes se heredaban los cimientos de las chinampas y el juez del barrio otorgaba los derechos de propiedad”, agrega.

Y recuerda que, antes, cuando los muchachos se casaban, toda la familia iba ayudarles para hacer su chinampa, pero los tiempos han cambiado, “hay mucha gente que ya no quiere cultivar y prefiere vender sus tierras”.

Pedro explica que el cultivo tradicional es ecológico, ya que los abuelos conocían el ciclo de la tierra y eran muy desconfiados y no hacían caso de la gente que les quería vender productos como pesticidas. “Observan mucho y de ahí que conocían bien los ciclos de la naturaleza”.

La tierra de la chinampa es tan fértil que casi no necesita abono, sólo le ponen algún fertilizante orgánico. Pero poco a poco, esta práctica de agricultura se ha dejado a un lado.

“El proceso de siembra consiste en que se barbecha el terreno, se abre una zanja de 10 por dos metros, se llena de lodo y luego se secciona con un cuchillo y se hacen unos cuadritos (chapines) y con los dedos se hacen los agujeros donde se pone la semilla, luego se tapa”.

Hay una gran diferencia entre el cultivo en tierra normal que en la chinampa, ya que estas camas de lodo se han construido a lo largo del tiempo. “Se ponía una capa de ramas y otra de lodo y así, poco a poco, se edificaron las chinampas”, cuenta Pedro.

Calidad comprobada

“No ha sido fácil hacer esta red -dice por su parte David- pues la mentalidad entre los públicos y los productores de hortalizas es muy distinta, además apenas esto comenzó en 2007”.

No obstante, la calidad de las hortalizas está comprobada por algunos informes, como ejemplo, el cilantro. En un estudio que realizó uno de los restaurantes al que le venden hortalizas, indicó una notable reducción en metales pesados por debajo de la norma permitida.

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