Kennedy deja vacío político.

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El enorme vacío político que ha dejado tras de sí Edward Kennedy se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Partido Demócrata y la Casa Blanca que, a partir de hoy, tendrán que lidiar con un espinoso proceso de sucesión en el Senado para cubrir la vacante que ha dejado el “León de Massachusetts” y cumplir con una agenda progresista que ha perdido a uno de sus grandes defensores.

El voto de Kennedy en el Senado era crucial para la aprobación de la reforma sanitaria que ha impulsado el presidente Barack Obama y que fue durante más 40 años la más importante causa política del último de los hermanos de la dinastía. También era clave para cumplir la promesa de una reforma migratoria por la que Ted Kennedy luchó incansablemente de la mano de republicanos moderados como John McCain.

Mientras las banderas en la totalidad de los edificios públicos eran izadas a media asta en todo el país, Obama se sumaba a un día de duelo nacional mientras destacaba “la pérdida de un gran líder, que recogió la antorcha de sus hermanos caídos y se convirtió en uno de los más grandes senadores de nuestros tiempos”. “Un importante capítulo de nuestra historia ha llegado a su fin”, aseguró Obama.

El gobierno mexicano expresó, a través de un comunicado de Cancillería, su pesar por la muerte de “tan destacado político y valioso ser humano”.

Poco antes de morir, Ted Kennedy había hecho alarde de su legendaria sabiduría política al exhortar a los legisladores estatales de Massachussets a enmendar la ley que los propios demócratas modificaron en 2004 —temerosos de que el entonces gobernador republicano, Mitt Romney, les diera un golpe de mano y designara al sucesor del entonces candidato a la Presidencia, John Kerry—, para permitir que el gobernador recupere el poder arrebatado por esa iniciativa y designe a un sucesor con carácter interino.

“Es vital que esta comunidad tenga dos voces comunicando las necesidades de sus ciudadanos y dos votos en el Senado durante los cinco meses entre que surja la vacante y se dé la elección”, aseguró Kennedy al gobernador Deval Patrick y a los legisladores de Massachusetts en una carta.

La actual ley estatal concede un plazo de entre 145 y 160 días para la convocatoria de elecciones que decidan la sucesión del escaño vacío. Esta provisión supone un problema para los demócratas y la Casa Blanca, que necesitan de sus 60 votos en el Senado para sacar adelante la iniciativa de reforma sanitaria que los republicanos han prometido boicotear.

Un duro golpe a demócratas

“La muerte de Kennedy supone un duro revés para los demócratas, que se verán obligados a buscar uno o dos votos entre los republicanos”, consideró la analista Jennifer Duffy. “Y la iniciativa de reforma es tan importante y afecta tantos intereses que es difícil imaginar un ambiente que produzca un acuerdo histórico sólo para honrar la memoria de Kennedy”, añadió Duffy.

En cambio, demócratas como Nancy Pelosi y Harry Reid han dicho que “el sueño de Ted Kennedy de un sistema médico accesible para todos los estadounidenses será realidad este mismo año”. Por el momento, mientras el clan de los Kennedy velaba el cuerpo del viejo patriarca en su residencia en Hyannis Port, Patrick confirmó que apoyaría una enmienda a la ley estatal que le permita designar un sucesor interino a la banca de Ted.