Rusia alerta contra "aventuras militares".

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Unos 9.000 soldados rusos desfilaron ayer por la Plaza Roja de Moscú, junto con carros de combate y misiles, mientras el cielo sobre el Kremlin era sobrevolado por aviones de combate y helicópteros durante los festejos del 64º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi.

Rusia aprovechó la ocasión para hacer alarde de su poderío militar y recordar al mundo que sigue siendo una potencia a la cual hay que tener en cuenta. "Esta victoria [en la II Guerra Mundial] es una lección que hoy, cuando de nuevo hay quienes se lanzan a aventuras militares, sigue siendo actual", dijo el presidente Dmitri Medvédev en su alocución ante las tropas en la plaza Roja, en alusión al conflicto de Georgia en agosto pasado. En el desfile hicieron su primera aparición pública los nuevos sistemas antiaéreos S-400 Triunfo junto a los misiles intercontinentales Tópol-M, que, según afirma el Kremlin, pueden penetrar cualquier escudo antimisiles, incluido el que EE UU pretende construir.

La parada de ayer sigue la línea de la del año anterior, cuando a iniciativa del entonces presidente y hoy primer ministro Vladímir Putin, Rusia volvió a hacer alarde de su técnica militar, después de un intermedio de 17 años en que los tanques y otros vehículos militares pesados habían cesado de echar a perder las calles por donde pasaban y ensayaban. El año pasado, el ayuntamiento de Moscú tuvo que gastar 1.800 millones de rublos -que entonces equivalían a unos 50 millones de euros- en reparar los destrozos dejados por el desfile. Teniendo en cuenta que este año desfilaron más equipos pesados y se hicieron más ensayos que en 2008, es muy posible que la cuenta le salga más cara a la capital. El desfile de ayer es una preparación del espectáculo apoteósico que el Kremlin promete mostrar el próximo año, cuando se cumpla el 65 aniversario de la derrota nazi.


Comentario:

¿Los rusos se habrán olvidado de su incursión en Afganistan en la década de los 80s?