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Lágrimas de frustración rojiblanca en el Estadio Azteca. Lágrimas que representan 13.5 millones de dólares perdidos para Grupo Televisa. Los otros 30, invertidos en el América durante el más reciente año, aún se pueden rescatar, pero todo está en manos del duelo Indios vs. Guadalajara.
Ironías del futbol mexicano, en el que el “hermano menor” descendió tras ser derrotado por el “primogénito”. En el que las Águilas apenas ganaron su primer partido en casa en el certamen, pero suficiente para tener esperanza de Liguilla. En el que el futuro de los azulcrema depende de su rival más acérrimo, que los eliminará, si hoy derrota a los Indios, o si estos triunfan por dos goles ante el Rebaño Sagrado.
Al menos anoche, el América no fue tan malo como el Necaxa. Con bastante más concentración que sus desesperados rivales, los pupilos de Jesús Ramírez encontraron en Fernando Ortiz al hombre que les dio la victoria (28’)… Y la posibilidad de seguir vivos.
De celebrar con su entrenador, ni hablar. El central argentino, “cepillado” por Chucho durante los tres más recientes partidos, fue felicitado por los líderes en el vestuario amarillo: Salvador Cabañas y Pável Pardo, quienes habían expresado públicamente su descontento por la suplencia del Tano.
A final de cuentas, el zaguero es parte de la costosa inversión amarilla desde que Michel Bauer asumió la presidencia del club, justo después del penoso sótano general en el Clausura 2008.
Esa fue la diferencia entre un equipo que aún rasguña la Liguilla y otro que está en Primera A.
Grupo Televisa reforzó a los Rayos con una decena de futbolistas para el actual certamen. Todos de medio pelo, sin la categoría de figura.
Federico Insúa, Alfredo Moreno, Ricardo Rojas, Carlos Infante y Diego Cervantes demostraron por qué salieron de Coapa.
Todos mostraron compromiso, pero eso no alcanza cuando te juegas la permanencia.
Y los demás refuerzos, con un nivel muy similar. Carlos Pavón fue fichado tras la lesión de Víctor Píriz. El hondureño no marcó un gol… Ayer, Raúl Arias prefirió sustituirlo con Cervantes, un defensa central que provocó más peligro que el atacante catracho.
Para completar el cuadro, Germán Villa deambuló durante los últimos 10 minutos del Necaxa en la Primera División.
De nada sirvió el apoyo de más de 10 mil aficionados rojiblancos, esos que no iban al Coloso de Santa Úrsula cuando su equipo dominó el futbol mexicano.
Ayer sí estuvieron… Y las lágrimas fueron inevitables cuando Francisco Chacón oficializó el descenso de su equipo.
Arias pareció inmutable, igual que hace 10 años y medio, cuando condujo a los Rayos al título del Invierno 1998. Buscó a todos sus jugadores, les dio una palmada en la espalda y se marchó al vestuario con la mirada absorta.
La pérdida estaba asegurada para el consorcio televisivo, pero no para los jóvenes que crecieron apoyando a un equipo que anoche descendió por primera vez.
Y las Águilas festejaron tímidamente, con respeto ante el dolor del “hermano”… O quizá, con la certeza de que su destino está en manos de los Indios... y de su acérrimo rival: el Guadalajara.
Comentario:
Duro golpe a los ingresos de Televisa. La suerte del América está en el aire.
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Hace 4 años
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