Obama se pone enérgico.

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El presidente Barack Obama echó ayer mano de un tono entre severo y profesoral para advertir ante poco más de 70 alcaldes que le visitaban en la Casa Blanca que todo aquel que haga mal uso, defraude o derroche fondos provenientes del plan de estímulo —en el que ha invertido gran parte de su capital político y su credibilidad— será confrontado.

“Si una agencia federal propone un proyecto que derrochará dinero, no dudaré en llamarles la atención y en detener el proyecto”, dijo Obama al advertir que millones de contribuyentes estarán pendientes del buen empleo de los casi 800 mil millones de dólares del paquete de estímulo.

“Tenemos ante nosotros una obligación sin precedentes de invertir ese dinero de forma sabia. Libre de intereses políticos y agenda personal”, insistió Obama ante el grupo de políticos que, precisamente, se han distinguido por prodigar la asignación de recursos federales para favorecer a amigos y aliados políticos, así como para pavimentar el camino de sus carreras políticas.

Para que los efectos de los recursos sean tan efectivos como inmediatos, la Casa Blanca tendrá que vigilar no sólo el destino final de las inversiones sino, además, la ruta burocrática que tendrán que superar antes de llegar a las pequeñas ciudades.

Precisamente, Obama sorprendió a los asistentes al anticipar que muchos comenzarían a recibir fondos la próxima semana. Este anuncio provocó gestos de incredulidad entre algunos alcaldes acostumbrados a lidiar con sus respectivos gobernadores para evitar el retraso de las asignaciones federales.

El anuncio del presidente coincidió ayer con la difusión de las más recientes encuestas de opinión que aún prodigan buenos índices de popularidad a Obama. Según la CNN, el mandatario goza de 67% de aceptación, mientras que seis de cada 10 aprueban el manejo que ha dado al plan de estímulo que defiende.

Según un sondeo elaborado por HarrisInteractive en enero, entre 2 mil 634 adultos, Obama es un héroe más admirado entre los estadounidenses que Jesucristo. El estudio indica que los estadounidenses mencionan en primer lugar a Obama, en segundo a Jesucristo y en tercero al defensor de los derechos civiles Martin Luther King. (Con información de EFE)


Comentario:

¡Qué bueno que Obama se pone enérgico! No se debe permitir otro Blagojevich.