Merkel rechaza bajar el IVA para reactivar economía como Gran Bretaña.

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La canciller alemana, Angela Merkel, ha rechazado hoy desde París adoptar rebajas del IVA para atajar la crisis al igual que ha anunciado Reino Unido. "Una reducción general del IVA puede ser la respuesta apropiada para ciertos países pero no es una medida adecuada para Francia y Alemania", ha asegurado la dirigente tras entrevistarse con el presidente Nicolas Sarkozy en el marco de las negociaciones sobre el plan de choque que deben acordar esta semana los países de la UE en el Consejo Europeo.

En la misma línea, Merkel ha advertido contra las prisas y los efectos perjudiciales que tendría acordar un plan económico de forma "precipitada" ya que las informaciones de las que se dispone a día de hoy "no son siempre fáciles" de interpretar y se corre el riesgo de confundir "acción y precipitación". Por este motivo, han abogado por medidas de relanzamiento económico "apropiados para cada país en función de su situación" y coordinados con el resto de la UE. Ambos países quieren que Europa entre en el "camino de la coordinación", ha declarado por su parte Sarkozy, que también comparte la visión de Merkel sobre la rebaja de este impuesto.

Otro punto en común entre ambos líderes ha sido su apuesta por la industria del automóvil. "No dejaremos caer a la industria del automóvil", ha asegurado Sarkozy antes de reiterar que una "economía moderna" no se sostiene exclusivamente en "finanzas y servicios". De este punto, ha mencionado la posibilidad de utilizar "medidas fiscales" para relanzar el sector.

De este lado, según el presidente francés, no se puede encontrar "en una situación con un régimen de ayudas de Estado" que imponga no ayudar a los fabricantes de automóviles europeos y, al mismo tiempo, "ponerles obligaciones suplementarias para fabricar vehículos limpios", mientras los estadounidenses lanzan un plan de ayudas de 25.000 millones de dólares a sus tres gigantes de la automoción. En resumen, Sarkozy y Merkel quieren "conservar" y "defender" las industrias en Europa, no "poniendo barreras proteccionistas" sino dentro de la libre competencia y sirviéndose de la "innovación, la investiación y la tecnología", ha declarado el jefe del Estado francés.

Plan europeo de reacción

En el lado de las divergencias, el presidente francés ha querido insistir en varias ocasiones que ambos países han encontrado "más convergencias que diferencias", a pesar de que el Elíseo aspiraba a convencer a la canciller alemana de la conveniencia de elaborar un plan a nivel europeo de reacción frente a la crisis a partir de la aportación de los estados a una especia de fondo común. Un acuerdo que no se ha alcanzado. De hecho, el líder francés ha asegurado que las decisiones alcanzadas hace diez días en Washington en la cumbre del G20 serán "efectivas" entre finales de marzo y principios de abril.

A parte de la crisis financiera, la reunión ha servido para que ambos países analizaran asuntos como el Tratado de Lisboa, punto en el que ambos Estados comparten la "misma línea", y la innovación y la investigación como "corazón" del proyecto franco alemán.

Asimismo, han apostado por el binomio "medioambiente" y "crecimiento económico" como motor del desarrollo dentro de las medidas sobre energía y clima ya que la crisis puede suponer una "oportunidad" para desarrollar un crecimiento sostenible. Otro de los asuntos que ha estado encima de la mesa es el de la defensa y la cumbre de la OTAN que tienen previsto coorganizar Francia, Alemania y la nueva administración estadounidense, liderada por el que será el próximo presidente de EEUU, Barack Obama.

Comentario:

Las medidas contra la crisis deben ser estudiadas con mayor detenimiento y lo más importante es que se de un consenso.