El camarada Nicolas Sarkozy.

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Por las venas de Nicolas Paul Stephane Sarkozy de Nagy-Bocsa, el actual presidente de Francia de 55 años, corre sangre azul heredada de su padre, un príncipe húngaro que huyó del comunismo, y media Francia sabe que el actual mandatario es un orgulloso abanderado de la derecha, una familia política que llegó al poder en 1995, tras 14 años de gobierno socialista.

Cuando la derecha francesa proclamó a Sarkozy como el hombre idóneo para suceder a Jacques Chirac, medio país se inquietó ante la posibilidad de que Francia fuera gobernada por un peligroso demagogo sin ideología, capaz de imponer en la Grand Nation un régimen autoritario de derecha.

Pero nadie en Francia pudo imaginarse entonces, que el dinámico mandatario galo terminaría convirtiéndose en el “camarada Sarkozy”, a causa de la crisis financiera que azotó al planeta hace dos meses.

El 21 de octubre pasado, Sarkozy, en su calidad de presidente de turno de la UE, sacudió al viejo continente con dos propuestas casi tan revolucionarias como las que formuló, hace ya más de 150 años, Karl Marx.

Ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo, Sarkozy rompió con un viejo tabú económico que imperaba en el viejo continente y propuso crear fondos soberanos en el seno de la UE para evitar que las empresas caigan en manos del capital extranjero.

No contento con su propuesta, Sarkozy se atrevió, ese día, a proponer la creación de un gobierno económico para la Eurozona, capaz de actuar ante el fantasma de futuras crisis financieras o económicas mundiales.

Cuando Sarkozy abandonó la tribuna del Parlamento Europeo, el portavoz del grupo socialista, Martin Schultz tuvo la ocurrencia de felicitar al presidente galo por hablar como “un verdadero socialista europeo”. “¿Me he convertido en socialista?”, se interrogó Sarkozy. “Quizás”, añadió.

Desde entonces, Nicolas Sarkozy, se ha convertido en el principal abanderado de la justicia social en Europa, una odisea que podría haberle convertido en el principal aspirante al cargo de jefe del Partido Socialista francés. ¿Qué otro líder europeo ha proclamado el fin del capitalismo liberal y ha protestado contra la dictadura del mercado?, Nadie.

Pero Sarkozy sueña con un cargo continental. En nombre de la justicia social, el “camarada Sarkozy” quiere dirigir el destino de Europa desde un cargo que todavía no ha sido creado: presidente económico de la Unión Europea.

Comentario:

Por eso, nunca es "saludable" etiquetar a una persona, menos a un político inteligente y astuto que puede dar agradables sorpresas, como es el caso de Sarkozy. Ojalá así siga y no se "engolosine" con el poder.