Una relación de intrigas y acusaciones.

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Por segunda vez desde que asumió su cargo la presidenta Cristina Kirchner, el Gobierno fustigó a la administración que dirige George W. Bush por el escándalo de la valija con 800.000 dólares que intentó ingresar al país el venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson. Así, las relaciones con los Estados Unidos volvieron a un punto de máxima tensión.

Las críticas de la plana mayor del Gobierno las encabezó la Cancillería, que en un comunicado muy duro hacia el Poder Judicial norteamericano por el trámite del juicio oral que se lleva adelante en Miami, afirmó que las declaraciones de Guido Alejandro Antonini Wilson, difundidas ayer durante el juicio, -en las que el venezolano asegura que el dinero que ingresó en el país era del ex funcionario Claudio Uberti-, son "aseveraciones irresponsables" y que "implican el uso indebido de una causa judicial con fines políticos subalternos".

Esto se produce a días del viaje de la mandataria a Nueva York ?iba a hacer una escala en Venezuela, pero hoy se informó que se suspendió?, donde hablará ante el Consejo de las Naciones Unidas y el Council of America.

Pero este no fue el primer chispazo entre ambos gobiernos. La primera vez fue a los tres días de asumir como jefa del Estado. En esa oportunidad el Gobierno puso en marcha toda una artillería mediática para defenderse de las acusaciones en las que quedó involucrada la campaña
presidencial de Cristina Kirchner.

Y, a diferencia de hoy, fue la propia Presidenta la que acusó a Estados Unidos de montar "operaciones basura".

"Permítanme hablarles de los basurales de la política internacional, donde, por el contrario, más que indicar crecimiento y desarrollo, indican tragicómicamente la involución en el desarrollo y la seriedad de las relaciones internacionales", había expresado Cristina Kirchner, durante un acto en la Casa Rosada.

Además, había advertido que no se dejaría influir: "En esta forma de operar muchas veces en la política regional, quiero decirles que no van a tener resultados. Esta presidenta puede ser mujer, pero no se va a dejar presionar".

El enojo en el Gobierno se produjo cuando se difundió la noticia de que los casi 800.000 dólares que intentó ingresar en el país el ciudadano venezolano eran para financiar la campaña presidencial del oficialismo. Lo mismo ocurrió esta vez.

Se acabo la buena onda. Lentamente, con el caso fuera de las primeras planas, el gobierno nacional empezó a recomponer la relación bilateral con los EE.UU.

Hace 13 días visitó a la Presidenta Thomas Shannon, secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental. En apenas 12 horas el eviado de Bush se reunió a solas con Cristina Kirchner, con el canciller Jorge Taiana y con el jefe de Gabinete, Sergio Massa.

Según informó LANACION de altas fuentes oficiales y diplomáticas, el diplomático asistió a todos esos cónclaves con una misión puntual encomendada por el Departamento de Estado: Shannon pasó por Buenos Aires con el objetivo político de ordenar la relación con la región, muy descuidada durante el gobierno republicano, empezando por el país del Cono Sur con el que más desencuentros tuvo en el último tiempo: la Argentina.

En ese momento parecía que las diferencias habían quedado atrás, pero no fue así. Ahora, tras conocerse la declaración que involucra al Gobierno con el dinero que intentó ingresar al país Antonini Wilson, funcionarios de primera línea criticaron con fuerza a EE.UU.

Tras las duras acusaciones contra los Estados Unidos y a días del viaje de la Presidenta a Nueva York, queda un interrogante en el aire: ¿Cómo será recibida Cristina Kirchner?

Comentario:

¿Quéhay detrás de todo este enredo?