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Aunque en sus trabajos de televisión o cine se dedican a interpretar personajes que enfrentan trastornos psíquicos, los famosos también pueden vivir infiernos personales ocasionados por enfermedades o adicciones.
El caso más reciente es el de David Duchovny. El protagonista de X Files, que en la serie televisiva Californication interpreta a un escritor obsesionado con el sexo, comparte en la vida real la adicción con su personaje, y por ello decidió ingresar a una clínica de rehabilitación y combatir ese trastorno, que médicamente se conoce como hipersexualidad y se caracteriza por una necesidad incontrolable de tener relaciones sexuales, masturbarse o ver pornografía.
Aunque ella nunca lo confirmó, la actriz Lindsay Lohan también fue señalada como una "adicta al sexo", por parte de un ex novio. Según este individuo, Lohan sustituyó su adicción alcohol y las drogas por la necesidad continúa de tener relaciones sexuales, pues sólo así podía experimentar la misma sensación placentera que con las otras sustancias.
Durante algún tiempo los escándalos que Britney Spears protagonizó eran atribuidos a los excesos en su vida, pero después se supo que la cantante padecía de trastorno bipolar, lo que le causaba tener etapas de euforia, acompañadas por una inclinación a las relaciones sexuales constantes, o bien, sufrir de etapas depresivas.
La cantante no es la única que enfrenta ese trastorno, que antes era conocido como psicosis maníaco-depresiva, pues también el comediante Jim Carrey fue diagnosticado con ese desorden, al igual que Liza Minelli, quien ha sufrido de continuas depresiones, que incluso la han llevado a buscar refugio en el alcohol.
Otra estrella que ha tenido que soportar desórdenes mentales es Nicolas Cage, a quien se le diagnosticó trastorno de ansiedad, caracterizado por un sentimiento de angustia o miedo. La persona que lo padece siente la necesidad de huir sin que se pueda identificar la causa de esa sensación.
También la cantante Alanis Morissette debió enfrentar una situación de desorden mental, pues a ella se le diagnosticó depresión, es decir, un trastorno emocional que conlleva un sentimiento constante de infelicidad.
Y quién no recuerda el caso del actor Owen Wilson a quien una depresión y su adicción a las drogas lo llevaron a intentar suicidarse en septiembre del año pasado.
Si bien podría pensarse que adicciones y trastornos como los mencionados antes son los únicos que afectan a los famosos, el actor Daniel Radcliffe demostró que no es así: hace algunas semanas, el protagonista de Harry Potter reveló que padece de un nivel leve de dispraxia, lo que a veces le impide incluso atarse las agujetas de sus zapatos.
Otra británica que también habló de sus problemas es Keira Knightley, a quien las labores escolares siempre le costaron trabajo por su dislexia, un trastorno de lectura que hace que las personas que la padecen confundan letras como la "b" o la "d".
Así, a pesar de la fama y el glamour no todo es color de rosa en la vida de los famosos.
Comentario:
Nadie está exento de padecer este tipo de problemas. Asi que, el que esté libre de culpa, que lance la primera piedra.
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Hace 4 años
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