El huracán Gustav ¿estropea la convención republicana?

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Aquí hay de todo menos clima de fiesta. En esta ciudad, elegida como sede de la Convención Republicana, nada indica que un megashow esté por comenzar. Apenas se ven algunas banderitas estadounidenses por las calles, algunos bares que dan la bienvenida a los delegados que vienen aquí con la misión de elegir formalmente a John McCain como candidato presidencial.

El huracán Gustav golpeará lejos, pero aquí arrasó con todo. Al primero que se lo llevó el viento es al presidente George Bush. El huracán demolió todas las expectativas de los republicanos, que planeaban utilizar estos cuatro días de convención para colocar a su candidato otra vez arriba de las encuestas sobre Barack Obama. Todo aquí cambió. Se anunció formalmente que hoy, la jornada inaugural, sería sólo de pocas horas y aún no se sabe cuándo será la proclamación oficial de McCain.Además, los oradores principales de la convención (Bush y el vicepresidente Dick Cheney) han desistido de dar sus discursos.

El calendario se irá viendo día por día. Otra que quedó en el camino es Laura Bush, muy popular entres los republicanos. Pese a las cancelaciones, se estima que el jefe de la Casa Blanca podría ofrecer hoy un mensaje televisado desde algún lugar del sur del país, donde Gustav golpearía con fuerza.

Trataría así de borrar la pobre imagen de su gestión hace tres años, cuando Katrina arrasó masivamente Nueva Orleans y mató a unas 1.700 personas, ante la mirada inmóvil de las agencias federales y la Casa Blanca. Por eso Bush aparece en la televisión en mangas de camisa, organizando desde la posible zona de desastre los planes de evacuación. Y será así como probablemente se lo vea en la pantalla ante los delegados que se reunirán hoy, sólo por dos horas, para dar inicio formal a la convención.

No habrá ningún orador en Saint Paul. "Este es un momento en que debemos dejar la política partidista y actuar como estadounidenses. Espero y rezo que podamos retomar las operaciones habituales, pero eso está francamente en las manos de Dios", dijo en un mensaje televisado a los periodistas desde St. Louis, Missouri.

Es cierto que Gustav complica a McCain enormemente. Pero al menos el huracán le dio una mano para desplazar a Bush de la escena. El candidato no había tenido más remedio que colocarlo en la lista de oradores, pese a que era una manera de quedar bien pegado a su impopular gestión. Así, de la mano de la naturaleza, el presidente saldrá de escena de manera elegante y dejará el camino más libre para McCain.

La campaña republicana está haciendo malabares para que la convención no quede como una celebración en medio de una gran tragedia nacional, y entonces hay aquí una especie de clima de luto. Los pasillos del Xcel Energy Center, donde se reunirán los delegados, aparecen vacíos de invitados y periodistas. Un fuerte contraste con la reciente Convención Demócrata en Denver, donde había merchandising de Obama por todas partes, fiestas y mucha convocatoria espontánea.

En esta ciudad, que está pegada a Minneapolis, y que es la más chica en albergar una convención partidaria en la historia, tampoco hay demasiado clima para protestar. Hay previstas para mañana algunas manifestaciones contra la guerra en Irak, seguramente con planes más virulentos que en la Convención Demócrata de Denver.

Pero la Policía se ha encargado de bajarles la intensidad de cualquier manera. El sábado por la noche se concretaron varias razzias en algunos lugares donde se alojaban algunos grupos autodenominados anarquistas, que buscaban boicotear la convención. Hubo cinco arrestados y se incautaron de algunas armas, "miguelitos" para pinchar las ruedas de los ómnibus de los delegados, máscaras de gas y hachas, según la Policía.

En el acceso al estadio cubierto donde será la Convención Republicana la seguridad es extrema, mucho mayor que la de la demócrata de Denver. Para ingresar con automóvil al estacionamiento del Xcel Energy Center, cinco oficiales revisan con linternas y aparatos el coche, por arriba y por debajo.

La tarea la culminan perros especialmente entrenados para detectar explosivos. La inspección es lenta. Pero, dado que muchos delegados y periodistas están partiendo para el sur del país, no parece que vayan a tener estos días demasiado trabajo. (Fuente: El Clarín).


Comentario:

Generalmente, se mencionan los grupos extremistas que podrían atentar contra Barack Obama, pero ¿y los que podrían hacer lo mismo contra John McCain, qué?
Por lo pronto, el huracán tendrá la fuerza para "aguarles" su convención?