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Autoridades de Nuevo León, Morelos, Aguascalientes y Sinaloa restringieron los horarios para la operación de centros nocturnos, restaurantes, bares y cantinas hasta las dos de la mañana, para evitar hechos violentos durante el llamado maratón Guadalupe-Reyes, pero en los hechos, nadie obedece la prohibición.
Incluso, la disposición para que tiendas y supermercados suspendan la venta de bebidas embriagantes a las 10 de la noche, lo único que ha generado es el comercio clandestino de cerveza y licor.
“Creo que no importa eso de los horarios, además, la fiesta va empezando a la hora que deberían cerrar”, afirma Jorge, un joven de 19 años, al tiempo que deja a las 3:15 horas su auto en el valet parking del Manaus, uno de los antros más populares de Monterrey, Nuevo León.
En el área metropolitana de Monterrey, según un estudio sobre las adicciones de la Secretaría de Salud, un millón 671 mil son “bebedores en diferentes cantidades”, de los cuales, 60% son jóvenes de entre 13 a 25 años.
Cada noche, sobre todo en fin de semana, la mayor parte de los ocho mil antros, bares o cantinas del área metropolitana operan hasta la madrugada y nadie obedece las reglas.
A cualquiera que entre al Manaus en la madrugada, según el reglamento, ya no debería de vendérsele alcohol, pero a nadie le incomoda pagar en la caja el cover de 200 pesos e incluso no ponen reparos cuando el cadenero advierte que el lugar está lleno y sólo se permite la entrada a quienes consuman una botella.
El presidente de la asociación civil No a Conducir Ebrio (Nace), Ricardo Cantú Jaukens, dijo que “cada fin de semana hay más de 250 mil personas circulando intoxicados, por lo que no debe asombrar el alto número de accidentes viales, riñas y actos delictivos por el alcohol.
Amenazas de clausura
En el municipio de Aguascalientes, que cuenta con más de 850 mil habitantes, el director de Reglamentos, Adrián Jiménez Velázquez, dijo que las multas por violar los horarios para la venta de alcohol van de los 10 a 750 salarios mínimos, y hasta puede clausurar el local.
Aceptó que la población ha buscado nuevas maneras de proveerse de sus caguamas o botellas, al recurrir al servicio de los vendedores a domicilio.
“Marcan y llevan servicio completo desde whisky hasta tequila con dos refrescos entre 250 y 400 pesos, según la botella. En Aguascalientes existen unos cinco distribuidores clandestinos”.
En Sinaloa, las restricciones para la operación de centros nocturnos no ha logrado frenar el elevado índice de muertes violentas.
Los antros deben cerrar a las dos de la mañana, informó Jesús Higuera Laura, director de Inspección y Normatividad de gobierno estatal, quien consideró que “esta es una medida con la que podemos contribuir a mantener el orden”.
La realidad es otra. La venta clandestina de bebidas se mantiene y los bares y cantinas operan hasta las primeras horas del día e incluso, en el caso de la zona turística de Mazatlán, los horarios de venta de bebidas en centros nocturnos son acordados por el ayuntamiento y el gobierno del estado.
Morelos registra un fenómeno similar, ya que cada fin de semana un gran número de jóvenes acude a Cuernavaca. “Hemos detectado un porcentaje muy significativo de jóvenes del Distrito Federal”, dijeron padres de familia, quienes solicitaron a las autoridades municipales y a la Asociación de Discotequeros restringir los horarios de venta de bebidas embriagantes y aplicar medidas severas a los bares y discotecas que permiten el acceso a menores de edad.
Hidalgo tiene Antro Consentido
Ante las restricciones que tiene el Distrito Federal y estado de México para el consumo de alcohol, en Pachuca, Hidalgo se implementó el programa Antro Consentido para atraer turismo de esos lugares, a quienes se les ofrecen diversas medidas de seguridad, como tarifas preferenciales en taxis.
La normatividad de la Dirección de Reglamentos y Espectáculos señala como tope para la venta de bebidas las cuatro de la mañana, dijo el titular del área, Sergio González Lozada.
Entre Pachuca y Mineral de la Reforma se ubican más de 300 sitios con venta de bebidas embriagantes, hasta donde acuden jóvenes provenientes de Querétaro, Tlaxcala y Puebla, afirmó el vocero del ayuntamiento, Raúl Leyva.
En el mismo sentido, la comuna de León, Guanajuato, eliminó del Reglamento para el Funcionamiento de Establecimientos Comerciales y de Servicios la restricción para la venta de bebidas alcohólicas cerca de las iglesias, suprimió la denominada “ley seca” dominical y amplió los horarios de bares.
“Dos iglesias por cuadra”
El alcalde panista, Ricardo Sheffield Padilla, dijo que la reforma hará más competitivo al municipio frente a otras ciudades de la entidad, lo que era imposible con una ley de hace 50 años.
“No podías tomarte en el centro una cerveza o copa de vino, porque es imposible que el negocio esté a menos de 150 metros de una iglesia. Pues hay dos iglesias por cuadra, ya ni en Cholula”. (Con información de Jonathan Tapia, Dinorath Mota, Xóchitl Álvarez, Justino Miranda, Javier Cabrera y Rubén Gómez)
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