Haremos justicia, dicen habitantes de Juchitepec.

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Habitantes de la comunidad de San Matías Cuijingo, donde viven más de 10 mil personas, amanecieron con una idea firme: escarmentar a los delincuentes que detengan, porque no confían en las autoridades.

“Definitivamente, si hay más rateros que quieran robar o secuestrar, que lo piensen porque ya no se van vivos de aquí”, es la advertencia de un residente que se ha hecho colectiva en este municipio.

Los robos, secuestros y extorsiones que se padecen en la localidad ubicada en la región de los volcanes, acrecentaron su malestar contra los responsables de esos delitos y contra las autoridades, que no han podido garantizar la seguridad para sus habitantes.

“Vamos a buscar nuestra propia seguridad, y si con nuestras autoridades no contamos, no vamos a seguir contando. Vamos a tomar la justicia con nuestras propias manos y ya no vamos a permitir que gente de fuera nos vuelva a hacer daño”, amenazó Martha Villegas, otra vecina de Cuijingo.

Esa ira contenida se desató antier, cuando centenares de pobladores retuvieron por más de nueve horas a cuatro presuntos secuestradores que habían plagiado a un hombre que trabaja en una empresa de gas en Chalco.

La turba golpeó a los delincuentes y pretendió colgarlos y quemarlos. Un operativo de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) salvó la vida a los plagiarios.

Personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) acudió ayer a la comunidad e inició una queja de oficio, la CODHEM/LP/1090/2009, para investigar si los elementos de la ASE, o de las policías ministerial y municipal, cometieron abusos en contra de la población.

El visitador general de la zona oriente, Gregorio Matías Duarte Olivares, explicó que se indagarán además las denuncias que han presentado los residentes por la inseguridad que se registra en ese lugar.



Dos secuestradores son policías federales

La Procuraduría estatal confirmó que fueron seis los presuntos plagiarios detenidos en Cuijingo: Gonzalo Galicia Delgado, de 34 años; Oscar Hernández Sandoval, de 34; José Luis López Gutiérrez, de 26 y Juan Antonio León Martínez, de 22.

Afirmó en un comunicado que otro detenido, José Ricardo Velázquez Escárcega, de 24 años, es policía federal adscrito a la Unidad para el Restablecimiento del Orden Publico (UROP). Otro de ellos, Juan Carlos Ortega Vaca, de 31 años, quien fue detenido después, “también es elemento en activo de la Secretaría de Seguridad Pública federal”.

Los seis integrantes de la banda de secuestradores fueron trasladados a instalaciones de la Procuraduría en Tlalnepantla y se inició la averiguación TOL/SPILDO/302/09.

El alcalde de Juchitepec, Gilberto Quiroz Silva, reconoció que en los últimos meses se agudizó la inseguridad en el municipio y el gobierno local no puede enfrentar a la delincuencia con 32 policías y ocho patrullas.

“Los delitos que más imperan son el robo de autos y a transeúnte, y en un mínimo el secuestro. En últimas fechas también las extorsiones vía telefónica”, dijo. Residentes aseguran que las extorsiones aumentaron porque La Familia Michoacana ha extendido sus dominios en la zona oriente de los volcanes.

La Secretaría de Seguridad Pública Federal negó que José Ricardo Velázquez Escárcega y Juan Carlos Ortega Vaca sean miembros en activo de la Policía Federal (PF).

Velázquez Escárcega, según la Secretaría, causó baja de la PF en octubre de 2008; Ortega Vaca salió de la corporación en septiembre pasado. Ambos fueron dados de baja por “abandono de servicios”.

Los dos pertenecían a las Unidades del Restablecimiento del Orden Público (UROP), dependiente de las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal.