Premian proyecto de plástico biodegradable.

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Durante año y medio Álvaro y Hazael realizaron pruebas de laboratorio y diseños en computadora y papel para desarrollar la herramienta que les llevara a crear una sustancia que al momento de su manipulación y secado se convirtiera en plástico para elaborar, entre otras, bolsas biodegradables que redujeran los mil años de daño al medio ambiente que representan las resinas utilizadas en la elaboración de esos recipientes en México.

Por ese desarrollo tecnológico los ahora egresados del Centro de Biotecnología del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, se hicieron acreedores al primer lugar, equivalente a 500 mil pesos, en el Premio de Innovación Empresarial que otorga Santander.

El proyecto que inició como parte de la clase de Desarrollo de Emprendedores, tardó año y medio en consolidarse en la empresa Desarrolladora de Soluciones Sustentables, cuyo principal producto es el “ácido poliláctico” de origen biotecnológico.

Tanto Álvaro Carlos Rodríguez y Hazael Pinto Piña —originarios de Chiapas— comentaron que los recursos que recibirán por el premio serán destinados a consolidar la empresa en la que laboran 30 personas en este momento y que ya fue reconocida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

“Con los recursos del premio nos estamos comprometiendo a llevar este proyecto a una producción semi-industrial, para lo cual vamos a establecer la planta piloto del proceso y empezar a distribuir nuestro producto, que es un plástico biodegradable”, relata Álvaro Carlos Rodríguez.

En la sesión de intercambio entre los ganadores del premio, los jóvenes conocieron al ganador del reconocimiento el año pasado —quien también es estudiante del Tec de Monterrey— y acordaron experimentar con ambas propuestas la posibilidad de crear un “plástico libre de petróleo tanto en su fase de producción como en su etapa de la materia prima para productos como las bolsas”.

Álvaro comentó que en un principio el costo en la elaboración de las bolsas de plástico se incrementa 5 pesos, pero el beneficio es a largo plazo, ya que las bolsas no serán más un contaminante que afecte al ambiente.

Los jóvenes de 23 y 24 años proponen conectar ambos equipos tecnológicos para que el generador de energía a través del aire —aerogeneradores— propicie el funcionamiento de la maquinaria que se utiliza en la elaboración del ácido poliláctico.

“Santander nos ayudará con el seguimiento a nuestros proyectos, además de que se ha propiciado la vinculación con diferentes instituciones para desarrollar la empresa”, refiere Hazael.

En la ceremonia en la que fueron reconocidos por su labor, la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, comentó que iniciativas como ésta “debe ser el principio para llevar a México a un horizonte de tecnología e innovación, del que tenemos urgencia. Tenemos que darnos prisa, tenemos que imprimir más velocidad, pero también debe ser el principio de mejores historias para miles de mexicanos en comunidades aisladas, lejanas, donde el conocimiento no siempre se ha podido traducir en mayor calidad de vida y bienestar”.

A la cuarta edición del Premio de Innovación se presentaron 348 proyectos, de los cuales el primer lugar —en sus dos categorías— fueron para jóvenes de instituciones privadas: el Tec de Monterrey, en el rubro de Innovación y la Universidad Iberoamericana, en la de atención a zonas necesitadas.


Comentario:

Importante eliminar del mercado las bolsas de plásticoque son un problema.