Avanza Obama en enclaves de McCain.

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Tras su victoria en el tercer y último debate presidencial frente a un John McCain dominado por la rabia y la impotencia, el demócrata Barack Obama avanzaba ayer de forma lenta pero consistente en los dominios del Partido Republicano en Ohio, Florida, Virginia y Colorado, al tiempo que consolidaba su ventaja en Pennsylvania, mientras escalaba posiciones en el conteo de votos electorales que lo colocan a un palmo de la victoria el próximo 4 de noviembre.

Según el más reciente recuento de la cadena CNN y de la revista electrónica Real Clear Politics, si las elecciones fueran hoy, Obama se alzaría con un total de entre 277 y 286 votos electorales, muy por encima de los 270 necesarios para hacerse con la victoria.

El avance de Obama por los estados rojos (republicanos) como Virginia y Florida ha sido posible gracias, en buena medida, a su mejor presencia entre el electorado femenino y latino y a un realineamiento del voto masculino blanco, hasta ahora su talón de Aquiles.

“Lo que hemos visto es que la crisis económica mata prejuicios raciales y culturales”, aseguró Chris Borick, experto en encuestas en Muhlenberg College de Pennsylvania, para explicar el avance de Obama en estados del medio oeste como Ohio o su consolidación en estados como Pennsylvania, Michigan y Wisconsin.

Por si fuera poco, McCain se ha visto obligado a ordenar la cancelación de publicidad y el repliegue de sus fuerzas en Michigan y Wisconsin, una apurada e improvisada estrategia que busca destinar esos recursos a defender Ohio, Florida, Georgia y Carolina del Norte del asedio demócrata.

A pesar de mantenerse con una ventaja de hasta 14 puntos en las encuestas, el candidato demócrata advertía ayer sobre los riesgos de un exceso de confianza en la victoria.

“No quiero que nadie se me ponga gallito, ni se confíe en una victoria que podría convertirse en amarga derrota”, aseguró ayer Obama durante un evento con un grupo de simpatizantes y contribuyentes en New Hampshire, precisamente el estado donde se llevó un descalabro frente a Hillary Clinton, al fragor de las primarias en las que medios y encuestas anticipaban su victoria en enero pasado.

No obstante la cautela obligada, el ánimo en la campaña de Obama cundía en todos los frentes tras el debate del miércoles, en el que el demócrata consiguió imponerse con relativa facilidad. Mientras, el desánimo y la frustración se extendían entre las filas republicanas, donde todo el mundo suspiraba por un milagro o una “sorpresa de octubre” que cancele las aspiraciones presidenciales de Obama.

“En la campaña de Obama existe la convicción de que hay en estos momentos un esfuerzo concertado para capturar vivo o muerto a Osama bin Laden antes del cuatro de noviembre”, aseguró el veterano periodista Tom Brokaw, en alusión al golpe de efecto o milagro que la campaña de McCain espera antes de las elecciones para conseguir que los vientos de las encuestas vuelvan a soplar a favor de un candidato que ha prometido regresar de entre los muertos el próximo 4 de noviembre.


Comentario:

Pues ahora si que fue increíble que un hombre forjado en la guerra, no se haya controlado. John McCain parece que va directo a perder la elección y para aprender la lección ya es muy tarde, sobre todo por su edad. Y Por el contrario, Obama muestra una vez una gran madurez, al no sentirse confiado por las encuestas que lo colocan al frente. Le asiste la razón, no vaya ser que varios electores cambien de opinión a última hora.