10 mil camaroneros afectados por boicot.

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Un promedio de 10 mil pescadores de 11 entidades sufrirán las consecuencias del boicot al camarón mexicano por parte de Estados Unidos a partir del 20 de abril, con el argumento de que la flota nacional no cuenta con medidas comparables en eficacia a las de ese país para proteger a las tortugas marinas durante las operaciones de pesca de arrastre de marisco silvestre.

El presidente de la Unión de Armadores del Litoral del Pacífico Mexicano, Ricardo Michel Luna, informó que Sinaloa será una de las entidades más afectadas, pues del total de la flota camaronera del Pacífico nacional, en esta entidad está 60% de los barcos camaroneros.

México exportó a Estados Unidos 39 mil 712.2 toneladas de camarón en 2009, equivalentes a 258 millones 204 mil 932 dólares, según el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

La pesquería del crustáceo en México cuenta con mil 443 embarcaciones, de las cuales 87% tienen más de 30 años de antigüedad. Desde Chetumal hasta Tamaulipas, en el golfo de México, y de Sonora hasta el puerto oaxaqueño de Salina Cruz, en el Pacífico, los armadores operan en los estados de Tamaulipas, Oaxaca, Campeche, Tabasco, Yucatán, Sonora, Sinaloa, Chiapas, Veracruz, Nayarit y Baja California Sur.

Excluidores de tortuga

Michel Luna dijo que la única forma de que no entre en vigor el impedimento para comercializar camarón mexicano en Estados Unidos, mercado en el que las empresas mexicanas venden 90% de la producción, es que se haga de manera urgente una nueva revisión a la flota pesquera para verificar el uso de los excluidores de tortuga y que se entregue la certificación de las autoridades estadounidenses.

Para agilizar la visita de los inspectores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y que inspeccionen la operación de las redes de arrastre que se utilizan para la captura de camarón, el líder pesquero comentó que se reunieron con las autoridades de la Profepa, la Secretaría de Marina y la Conapesca.

“Estamos a la espera de que se nos convoque a todos los dirigentes pesqueros del Pacífico mexicano a una reunión urgente, para ver lo relacionado a este boicot que atañe a todo el país, pues entre 85% y 90% de los productores pesqueros dependen del mercado americano”, afirmó.

Fuerte impacto social

El impacto social es grande, pues tan sólo en Sinaloa serán afectados más de cinco mil pescadores que dependen de esta actividad, que son los que laboran en los 670 barcos que conforman la flota de la entidad.

El dirigente dijo que actualmente se vive un caos en el sector y no se quiere imaginar lo que pasaría si nuestras autoridades no frenan a este boicot a las exportaciones mexicanas del crustáceo.

Esta visita, insistió, debe realizarse antes de que finalice esta temporada pesquera, que está prevista para fines de marzo o principios de abril y que no haya problemas en la temporada 2010-2011, que iniciaría tentativamente a fines de agosto o mediados de septiembre.

“Hay el compromiso de los dueños de los barcos de hablar con los patrones de sus embarcaciones, con el fin de que cumplan con las normas pesqueras y que siempre traigan en uso los excluidores de tortugas marinas”.

Otro acuerdo al que llegaron los representantes pesqueros, fue que las personas que hacen los chinchorros, que es el arte de pesca de arrastre que se usa en las embarcaciones, sean personas certificadas por las autoridades que emiten las normas y quien no cuente con esta autorización y capacitación, será boletinado y ya no podrá fabricarlas.

Michel Luna aclaró que el boicot de Estados Unidos no repercutirá en lo inmediato, porque la producción que se tiene es poca y confían en sacarla a la venta antes del 20 abril, es decir, en la actual temporada de Cuaresma.

Prevén que en esta temporada no se superarán las 5 mil toneladas, porque las capturas han sido tan bajas que apenas está en altamar 50% de la flota.