Laura Chinchilla quiere tender puentes.

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Laura Chinchilla vivió ayer su primer día como presidenta electa de Costa Rica entre la reflexión espiritual, elogios internacionales, promesas de priorizar la seguridad y llamados de diferentes sectores al diálogo.

La que será la primera presidenta en la historia de este país centroamericano, considerado la democracia más antigua de América Latina, comenzó su día con entrevistas y reuniones de trabajo. Luego se movilizó a la basílica de Los Ángeles para visitar a la Virgen de Los Ángeles, patrona de Costa Rica, a fin de agradecerle su triunfo en las urnas.

Allí fue recibida por una multitud de simpatizantes que abarrotó el templo y la aclamó portando aún carteles de la campaña. Tras esta visita se trasladó al cementerio de Desamparados, donde se encuentran las tumbas de sus abuelos.

La presidenta electa afirmó a la prensa local que en los próximos días se concentrará en “tender puentes” con los diferentes actores sociales y políticos, tomando en cuenta que su partido no alcanzará la mayoría simple en el Congreso. “Tenemos que aceptar la victoria con humildad. Independientemente de cómo quede integrado el Congreso, el diálogo tiene que convertirse en un instrumento permanente para el ejercicio del poder, pero este no debe ser una excusa para ganar tiempo y no resolver los problemas”, expresó.

Chinchilla adelantó que en los primeros días de su gobierno “la seguridad es el principal tema” prioritario, seguido por otros como la eliminación del exceso de trámites y la competitividad.

Explicó que hará una revisión del marco institucional para buscar maneras de mejorar la organización para el combate al crimen organizado y la delincuencia.

Esta experta en ciencias políticas y políticas públicas ha recibido felicitaciones de gobiernos amigos como los de Colombia, España, Nicaragua y Guatemala, así como por la Organización de Estados Americanos (OEA) .

Mientras tanto, los sectores sociales y laborales, entre ellos la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), el sindicato más importante del país, han tomado la palabra y piden dialogar.

“La ANEP le toma a doña Laura su propuesta de diálogo, pero sin dobleces, de altura y con transparencia de cara a la ciudadanía y en estricto apego a los principios de la promoción del bien común y, particularmente, los que tienen que ver con la maltrecha situación de la clase trabajadora”, según un comunicado.

Para la ANEP, que tuvo una ríspida relación con el actual gobierno de Óscar Arias, “el diálogo es más que necesario e imprescindible” en temas como las libertades sindicales, la justicia tributaria, salarios mínimos y la mejora del poder adquisitivo de la clase trabajadora.

La Cámara de Industrias de Costa Rica, que ha tenido una buena relación con la administración de Arias, aseguró que este país necesita “un gobierno visionario” que “promueva el desarrollo productivo”.

Entre las peticiones de los industriales se destaca el fortalecimiento del Ministerio de Economía, Industria y Comercio, una mejora en la competitividad, la atracción de inversiones e infraestructura.

El presidente Arias sostendrá hoy su primera reunión con la mandataria electa, quien fuera su vicepresidenta y ministra de Justicia por dos años, y también por un corto periodo ministra de Seguridad.

Las elecciones de Costa Rica no sólo dejan como resultado una presidenta, sino una profunda variación de las piezas que componen el ajedrez político del país, de su poder y el rol que pueden jugar en los próximo años. El oficialista Partido Liberación Nacional salió muy fortalecido de los comicios, con una contundente victoria (46.8%), mientras el Partido Acción Ciudadana (PAC) vio reducido su caudal de simpatizantes en 14% y el Movimiento Libertario (ML) se consolidó como tercer partido en importancia.