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El gobierno del estado de México informó que al filo de las 20:00 horas de ayer se cerró el boquete de más de 50 metros de longitud que se registró en uno de los muros de contención del canal de la Compañía, que provocó severas inundaciones desde la madrugada del viernes pasado.
Sin embargo, la filtración de aguas negras continuaba. La desesperación entre los habitantes de 2 mil viviendas, de cuatro colonias, es evidente pues a pesar de las labores de reparación, todavía el nivel del agua no bajaba.
Óscar Hernández López, vocal ejecutivo de la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM), explicó que “se logró el taponamiento del canal gracias a un trabajo inicial en el que se colocaron tres tuberías de acero y el hueco se fue rellenando con costales más”.
Aclaró que existen filtraciones en los más de 280 mil costales que se colocaron, por lo cual en el transcurso de la noche “se va a inyectar en la costalera un suero-cemento para mejorar sus condiciones, y después realizar otras acciones para recuperar el bordo que se perdió”.
Por la tarde, el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege, dijo que en el transcurso de ayer quedaría sellada la fractura que afectó también un tramo de la autopista México-Puebla, a la altura del kilometro 27.5, que está cerrada a la circulación desde la madrugada del viernes, y en la cual hay una decena de vehículos bajo el fango.
Luege explicó, en entrevista, que después de cerrar la fractura, en 24 horas se desalojarán las aguas que anegaron decenas de calles y más de 2 mil viviendas de las comunidades San Isidro, Avándaro, El Triunfo y Providencia.
“Nosotros consideramos unas 24 horas. El rango puede ser muy rápido porque los cárcamos son de mucha capacidad..., de seis o nueve metros cúbicos por segundo, y con el equipo de bombeo que nosotros traigamos vamos a desaguar en pocas horas”, expresó.
El titular de Conagua dijo que la previsión inicial era que la fractura quedaría controlada el pasado fin de semana, pero hubo complicaciones por el agua del cauce, lo que retrasó el taponamiento.
Las aguas serán bombeadas al túnel del propio canal, que fue edificado hace tres años y puesto en operación desde ayer.
El agua sube, no baja
La ayuda a la casa de Adela Magallanes no ha llegado como esperabaa. Desde el sábado pasado, los 18 integrantes de su familia han convivido con un invitado indeseado: las aguas negras.
Adela y su padre, Juan Magallanes, tienen una regla con la que miden varias el nivel de agua en su casa en la colonia San Isidro. Primero eran 10 centímetros. El mediodía de ayer, la regla registró 53. Su casa es de las últimas afectadas: cerca al río, el agua casi alcanzó dos metros de altura.
Adela contó que desde el viernes sólo le han dado un vaso con agua las autoridades. “Me dieron un vaso que tengo que llevar para que me lo llenen otra vez. La ayuda no es suficiente, estamos desesperados y a nadie le importa”.
La sicosis colectiva se ha apoderado de los residentes de las colonias afectadas. Los rumores crecen como las necesidades básicas de los habitantes.
Ayer varias mujeres de la colonia San Isidro preguntaron a policías municipales si era cierto que las autoridades iban a romper otra pared del río para que se “vaciara” y se inundaran más colonias, para que luego lo entubaran.
Belania Prudencio sacó de su casa a sus hijos y se los llevó a San Francisco Acuautla, en Ixtapaluca, porque tiene miedo de que les pase algo. Su casa, en la calle Oriente 27, es una de las miles que están inundadas. “No regresamos hasta que no haya más peligro. Mis hijos lloran por la noche porque se acuerdan de cómo tronó el canal. Es un peligro seguir aquí”, dijo.
Desde el viernes, doña Luisa, de 62 años de edad, duerme en la iglesia San Miguel Arcángel porque su casa sigue inundada. Miles de personas pasan diario por su vivienda desde que se fracturó el río, pero ninguna le presta ayuda.
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