Ofrezco mis servicios.

OFREZCO MIS SERVICIOS:

De comunicólogo, analista político-económico, redactor y traductor del inglés al español.

Interesados, comunicarse al 044-55-39-21-99-91 Lic. Alejandro Flores King.

Amplia experiencia profesional en Medios de Comunicación impresos como GRUPO EDITORIAL EXPANSION, periódico EL FINANCIERO, la revista TEOREMA, AGRO 2000 y PROTOCOLO.






Documento



sábado, 19 de septiembre de 2009

Edificios “blindados”.

Noticia:


A 24 años de los sismos de 1985, las autoridades locales aseguran que no hay riesgos de derrumbes de edificios en la ciudad, en caso de un temblor similar, ya que hay técnicas y materiales que garantizan su estabilidad.

Sin embargo, funcionarios y académicos reconocen que las delegaciones son las encargadas de dar permisos a las nuevas construcciones y por lo tanto desconocen si a veces hay casos de corrupción que a la larga pongan en riesgo la vida de las personas.

Elías Moreno Brizuela, secretario de Protección Civil del DF, señala que a partir de los sismos de 1985 se hicieron cambios en el reglamento de construcciones de la capital, pero hace unos años se decidió que fueran las demarcaciones las que dieran los permisos, en lugar de la Secretaría de Obras.

“Eso, desde mi punto de vista, no es tan bueno porque se podían haber generado casos hasta de corrupción para poder hacer edificios en lugares que no debían hacerse”, señaló el funcionario.

Es por eso que ahora se busca como obligatorio contar con la opinión técnica de la Secretaría de Protección Civil antes de autorizarse la construcción de edificios con más de cinco niveles, según el funcionario.

“Prácticamente todos los edificios que han sido construidos después del 85 deben, en teoría estar bien construidos y por lo que hemos observado así es”, indica.

Los requisitos para una licencia

Coincidente, Mario de Jesús Carmona, doctor de Arquitectura de la UNAM, agrega que para sacar una licencia de construcción se requiere presentar pruebas estructurales y de cálculo en las ventanillas delegacionales, pero las personas que revisan los documentos no están capacitadas y, aunque en este proceso participan responsables de obra, aún se necesita tener mayor cuidado.

Felipe Leal Fernández, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), opina lo contrario. “Ha habido un trabajo enorme en materia de protección civil, en el Reglamento de Construcciones hay directores responsables de obra y corresponsables de seguridad estructural, además existen sistemas de seguridad más altos”.

Pese a lo anterior, el funcionario también consideró necesario revisar los programas de desarrollo urbano para evitar la construcción en zonas de alto riesgo sísmico, aunque señaló que no es un impedimento porque la ingeniería está muy avanzada.

Mario de Jesús Carmona, por su parte, insistió que hace falta una mayor conciencia de la población, ya que las nuevas generaciones que no vivieron los sismos de 1985, no están muy atentas a las medidas de prevención.

“Ya pasaron más de 20 años, ha habido una serie de temblorcitos que están levemente disipando la energía que se esta acumulando, pero no han sido suficientes, así que en un par de años seguramente viviremos un movimiento sísmico parecido al de 1985. Puede llegar una sacudida muy fuerte”, dijo.

Zonas sísmicas identificadas

El gobierno del Distrito Federal tiene identificadas las zonas de mayor sísmico en mapas digitales, que conforman el Atlas de Riesgos y Peligros de la ciudad.

Sin embargo, los habitantes de la ciudad de México desconocen su contenido, incluidos los diputados responsables de aprobar los programas de desarrollo urbano.

Faustino Ventura, coordinador del área de Atlas de Riesgos, muestra las imágenes contenidas en un software especial donde se observan en color rojo las zonas sur de la delegación Gustavo A. Madero, norte de Iztapalapa, una parte de Iztacalco, Benito Juárez, Xochimilco, así como las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.

Son en conjunto las áreas con mayor riesgo sísmico, mientras que en azul claro y fuerte se muestran las delegaciones Tláhuac y Álvaro Obregón, con suelos duros y por tanto de menor peligro ante un movimiento telúrico.

Documentan riesgo sísmico

Cinna Lomnitz, investigadora emérita en el departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, señala en su libro El próximo sismo en la ciudad de México, editado en 2005 por el gobierno de la ciudad y la máxima casa de estudios, que el riesgo sísmico se presenta en los lugares que antes cubrían las aguas de la laguna de México: desde la colonia Condesa hasta Texcoco y desde la Villa de Guadalupe hasta Xochimilco.

El suelo en esta extensión es muy blando y contiene fibras vegetales, de acate, caracoles y abundante materia orgánica, lo que lo vuelve propicio para el cultivo, pero también más sensible a los temblores.

De hecho, añade, un edificio que se encuentre en este suelo se mueve 5 veces más en un temblor, que otro de las mismas características, ubicado en las Lomas.

Según Moreno Brizuela, las características de este suelo genera en las construcciones el efecto de sitio, representado como una gelatina. Y ante una situación así son los edificios con más de 50 años de antigüedad los que representan algún peligro. Sin embargo, a decir del funcionario, en el centro de la ciudad se cerraron 112 de ellos.

“Yo digo que ya no hay edificios con riesgo estructural en el DF, ya no debería haber, los que hay ya deberían estar cerrados”.

Explica que ha solicitado a las delegaciones informes sobre todos los edificios con riesgo estructural que tienen en sus territorios, pero insistió en que “la ciudad está mejor preparada que nunca para un gran sismo”.

Algo en lo que no concuerda Manuel Camacho Solís, quien durante 1985 participó desde el gobierno federal en la reconstrucción de viviendas dañadas por el movimiento telúrico: “nunca estará totalmente preparada la ciudad para esta situación”. El ex regente asegura que no se tiene certeza de que las delegaciones hayan otorgado permisos de construcción sin caer en actos de corrupción.

Lo que viene

Aún sin saber cuándo se presentará ni el nivel de su intensidad, Cinna Lomnitz señala que los sismos destructores ocurren a 350 kilómetros de los epicentros de la costa del Pacífico —justo donde se ubica la ciudad de México— al menos dos veces por siglo. Y, en ese sentido, los amortiguadores sísmicos o hidráulicos, con que cuentan edificios como la Torre Mayor, constituyen la mejor opción para evitar el colapso de edificios.

De acuerdo con Víctor Laniado, director de operaciones de la empresa Alta Prevención, todos los científicos hablan de un sismo muy fuerte que tendrá lugar próximamente, pero a 24 años del desastre en la ciudad, “hemos perdido mucha conciencia poco a poco.

El también integrante del Comité de Ayuda en Desastres Naturales y especialista en protección civil, asegura que la gente ya no ve tan real la presentación de un movimiento telúrico: “mucha gente a lo mejor no lo vivió y no sabe lo que es una catástrofe, no estamos al 100% preparados para un sismo”.

No hay comentarios: