Ecuador recupera base militar.

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Los últimos 15 soldados estadounidenses abandonaron y firmaron ayer la entrega de la base aérea de Manta, después de 10 años de operaciones en la lucha antidrogas, lo que marcó la recuperación total y definitiva de esa área militar por parte de Ecuador.

“Nunca más bases extranjeras en territorio ecuatoriano, nunca más una venta de la bandera”, exclamó el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, durante la ceremonia de entrega de la base, realizada en el Puesto de Operaciones Avanzadas (FOL).

Con el mismo tono crítico que siempre utilizó el presidente Rafael Correa para referirse al acuerdo militar por el que en 1999 Ecuador cedió la base a las tropas estadounidenses, Falconí pronunció su discurso en el que destacó que “no tuvieron escrúpulos en subordinar la soberanía del Ecuador”, según un comunicado difundido por la presidencia a la prensa.

“Es un triunfo de la soberanía nacional y de la paz”, añadió el comunicado, tras la recepción de los 39 edificios que integran la base en una superficie de 577 hectáreas.

En el acto participaron también los ministros de Defensa, Javier Ponce y de Seguridad, Miguel Carvajal, quien expresó la satisfacción del gobierno “por haber recuperado la soberanía sobre esas instalaciones”.

La base de Manta, ubicada a 260 kilómetros al oeste de Quito, había sido cedida mediante un acuerdo durante el gobierno de Fabio Alarcón y siempre fue objeto de intenso debate sobre si representaba la pérdida o no de la soberanía del país. El pasado 17 de julio, cuando partió el último vuelo desde allí, se cumplió el plazo estipulado en el acuerdo y fue entonces que los primeros soldados estadounidenses comenzaron a abandonar las instalaciones donde operaban los vuelos de control antinarcóticos en la región.

De esa manera, Correa cumplió la promesa electoral lanzada en 2008 de no renovar la permanencia de militares extranjeros en territorio ecuatoriano. Fue así que el gobierno estadounidense entabló negociaciones con su símil colombiano para que las operaciones de Manta se pudiesen realizar en territorio colombiano.

El resultado de esas gestiones fue un pacto para que tropas estadounidenses puedan operar en siete bases militares colombianas, lo que desató una controversia regional y despertó la inquietud de varios gobiernos vecinos.

A lo largo de la década en que Manta fue operada por la Fuerza Aérea estadounidense, se realizaron 5.5 mil misiones aéreas, se confiscaron mil 758 toneladas de drogas, cuyo valor se estima en 35 mil 100 millones de dólares, se invirtieron 3.9 millones de esa moneda y se estima que las inversiones en la zona de Manta ascendieron a 8.3 millones de la misma denominación, según datos proporcionados por la embajada estadounidense en Quito.

“Está claro que en 10 años hemos hecho mucho, había muchísimas incautaciones de droga que hemos hecho con la cooperación de nuestros anfitriones ecuatorianos”, afirmó Martha Youth, vocera de la embajada.

La agregada de prensa de la embajada de Estados Unidos, Martha Youth, dijo que “salimos de Manta conscientes de que han sido 10 años de muchos éxitos; hemos hecho un buen trabajo en cooperación con las autoridades de Ecuador”. (Con información de AP)