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jueves, 11 de junio de 2009

Neonazi ataca Museo del Holocausto en EU.

Noticia:


La capital del país vivía ayer un día de calor, desconcierto y furia, cuando James von Brunn, un veterano de la Segunda Guerra Mundial y un viejo conocido de los servicios secretos por su filiación neonazista y su recalcitrante odio hacia los negros y los judíos, irrumpía en el Museo del Holocausto para enfrascarse a tiros y asesinar de un disparo a bocajarro a un guardia que intentaba cerrarle el paso en su acometida contra todos aquellos que visitaban el recinto.

Funcionarios del museo identificaron al guardia muerto como Stephen T. Johns, quien llevaba seis años laborando en la instalación. En un correo electrónico, la directora Sara Bloomfield dijo que el guardia “murió de manera heroica en el cumplimiento de su deber”.

Poco después del tiroteo, que desató una oleada de caos e histeria entre las decenas de visitantes que recorrían el edificio, el cuerpo desmadejado de este anciano de 88 años, devoto de la figura de Adolfo Hitler y un negacionista del Holocausto, era trasladado al Hospital de la Universidad George Washing- ton para dejar un patético testimonio de su odio hacia los negros y los judíos.

El incidente causó heridas leves a una tercera persona, afectada por la rotura de cristales, que fue dada de alta poco después de su ingreso en el hospital, confirmó el portavoz del departamento de bomberos de Washington, Alan Etter.

De lo caótico y sorpresivo del ataque perpetrado por el anciano antisemita dejaban constancia los rostros de quienes conseguían salir a toda prisa por la puerta principal del museo, incapaces de entender la locura de un hombre consumido por el odio que llegó armado de un rifle con la intención de cometer una masacre en cadena en un edificio que ha sido erigido en memoria de los 6 millones de víctimas del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.

“Todo fueron gritos de histeria y detonaciones de al menos cinco disparos”, aseguró con el rostro aún pálido del susto Mike Wrase, un estudiante neoyorquino que visitaba el museo con su novia.

“Nos dijeron que nos tiráramos al piso, pero no sabíamos muy bien por qué”, añadió Mike con los labios secos, el pelo alborotado y la camiseta llena de sudor, mientras la policía intentaba mantener a raya a un grupo de curiosos que recomponían el incidente a partir de los testimonios que los recién desalojados ofrecían a la policía y a los periodistas.

Incidente aislado: alcalde

En una conferencia de prensa, el alcalde de Washington, Adrian Fenty, calificó el tiroteo de “incidente aislado” y elogió la “actitud heroica” de los vigilantes. El funcionario Fenty aseguró que las fuerzas de seguridad seguirán investigando a lo largo de la tarde y la noche, y ofrecerán un informe detallado este jueves.

El tiroteo ocurrió cinco días después de que Obama visitara el campo de concentración de Buchenwald, en la ex Alemania del Este, para rendir homenaje a las víctimas del Holocausto judío y de la Segunda Guerra Mundial. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo ayer que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encuentra “entristecido” y “preocupado” por los acontecimientos en el museo, cuyo desarrollo siguió con atención.

El ataque del militante neonazi y miembro de una organización supremacista también ocurrió a sólo un mes del informe difundido por la Secretaría de Seguridad Interna (DHS) para advertir contra el resurgimiento de los movimientos de extrema derecha y grupos de odio racial contra negros, hispanos y judíos. El resurgir de estos movimientos de corte radical y violento ha sido explicado por distintas organizaciones defensoras de los derechos civiles como una reacción pendular e irracional al arribo al poder del primer presidente negro.

El resurgimiento de una oleada ultra en el inicio de la era Obama, que ha convertido a los inmigrantes, a los negros, a los judíos, a los gays y a los médicos abortistas en sus principales objetivos, ha concentrado la atención del FBI y de las unidades antiterroristas que anoche peinaban la residencia de James von Brunn, para tratar de entender los motivos de este antiguo miembro de la comunidad neonazi y supremacista blanco que, al igual que uno de sus héroes, Adolfo Hitler, se ha empeñado en demostrar la existencia de una conspiración judía para destruir a la comunidad blanca y aria.

Autor de Kill the Best Gentiles (Asesinando a los mejores cristianos), un pasquín que resuma odio racial contra el pueblo judío, James von Brunn mantenía correspondencia y debates a través de una página en internet bajo el nombre Holy Western Empire (El Sagrado Imperio Occidental), un compendio de sus obsesiones enfermizas que lo llevaron ayer a las puertas del Museo del Holocausto.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ofreció sus condolencias a la familia del vigilante de seguridad “en nombre de todos los miembros del Congreso”. “Este despreciable acto de violencia no acallará las voces de los millones de estadounidenses que rechazan el odio y no disminuirá la misión de promoción de la dignidad humana que caracteriza al museo”, dijo Pelosi en un comunicado.

La embajada de Israel en Washington reaccionó enérgicamente contra el ataque en un comunicado y aseguró estar “siguiendo de cerca” la situación.

“Es especialmente impactante que este ataque ocurriera en un museo diseñado para frenar la violencia y recordarnos los peligros del odio y la intolerancia”, expresó en un comunicado el senador Frank Lautenberg. (Con información de agencias)


Comentario:

¿Es la locura del racismo o el racismo es una locura en si misma?

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