Pandemia hundió a playas.

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En cuestión de horas, el brote de la influenza humana hundió a los principales destinos turísticos del país localizados en Quintana Roo, Baja California Sur, Guerrero, Yucatán y Sinaloa, hasta “tocar fondo”. Los centros de hospedaje se vaciaron a niveles históricos y quedar a 14% de su ocupación, por lo que al menos 60 hoteles de diversas categorías fueron cerrados.

Además, 64 cruceros con 134 mil pasajeros suspendieron los arribos a los distintos puertos mexicanos y alrededor de 60 mil trabajadores de base vieron afectados sus empleos e ingresos.

Conforme el virus se extendía por el país, entre el 23 de abril y el 10 de mayo, las autoridades de Salud ordenaron el cierre de restaurantes, bares, discotecas, cantinas, antros y centros recreativos, lo que dejó sin ingresos a cientos de meseros, galopinas, artesanos, vendedores ambulantes, recamareras, taxistas y guías de turistas.

A un mes de que México anunció al mundo la emergencia sanitaria, reportes de Cancún, la Riviera Maya y Cozumel, en Quintana Roo; Los Cabos, en Baja California Sur; Mazatlán, Sinaloa; Veracruz, Veracruz; Progreso, Yucatán; Puerto Vallarta, Jalisco, y costas de Nayarit, refieren que el impacto dejará mayor desempleo y que la recuperación será lenta.

Cancún, Riviera Maya y Cozumel

Quintana Roo resintió los efectos en cascada por la emergencia sanitaria, al cancelar decenas de turistas sus vacaciones y, según la Secretaría Estatal de Turismo, de 36 a 39 centros de hospedaje cerraron en Cancún, Riviera Maya y Cozumel, lo que implica 15 mil cuartos fuera de servicio.

En Cozumel, el principal destino de cruceros en México, se resintieron pérdidas estimadas en un millón 200 mil dólares por el desvío de 80 navíos.

Reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), establecen que Quintana Roo perdió 19 mil 932 empleos. Sin embargo, la Secretaría de Desarrollo Económico del estado reportó que unas 50 mil personas vieron afectado su trabajo o su ingreso.

Acapulco, catástrofe

En el Pacífico mexicano, prestadores de servicios del puerto de Acapulco, como el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas, José Salgado, calificaron como “catastrófico” el impacto económico.

“Las recomendaciones para evitar viajar y evitar concentraciones masivas dejaron pérdidas por más de mil millones de pesos, una caída de la ocupación hotelera hasta el 35% y la afectación de 720 negocios que dejaron sin ingresos a más de 12 mil trabajadores basificados e informales, según el presidente de Acatur consultores, José Cedano Galera.

14% de ocupación en BCS

Según los datos de la Secretaría de Turismo de Baja California Sur, el corredor turístico San José del Cabo-Cabo San Lucas alcanzó un nivel histórico de 14% de ocupación hotelera, 50 puntos abajo que en 2008, cuando llegó a 64%.

Las autoridades municipales estimaron pérdidas millonarias debido a la cancelación de una veintena de cruceros que visitarían el estado y 3 mil 200 reservaciones de cuartos.

La emergencia sanitaria dejó sin empleo a mil trabajadores, que se sumaron a los 7 mil desocupados reportados a lo largo del año.

Mientras que los comerciantes dijeron que sus pérdidas suman 80 millones de pesos sólo en Los Cabos, los empresarios hoteleros redujeron su planta laboral y han otorgado “descansos solidarios” a su personal.

El sector de la pesca deportiva reportó una caída en la actividad de 95%, mientras que los transportistas sostuvieron que 90% de los grupos cancelaron su arribo y cinco empresas dejaron de operar.

Yucatán, doble impacto

El secretario de Fomento Económico de Yucatán, Jaime Zetina, aseguró que hubo estragos en las actividades comerciales y turísticas, cuyo costo estimó en 850 millones de pesos, y señaló que en el caso de la entidad, la repercusión fue doble, debido a que la paralización de Quintana Roo dejó sin empleo a yucatecos que trabajan en ese destino.

Según el secretario de Turismo de Sinaloa, Antonio Ibarra, en Mazatlán se cancelaron 23 cruceros con 96 mil turistas, y en Veracruz, un diagnóstico reveló pérdidas por 400 millones de pesos en el sector.

En Puerto Vallarta, la disminución de paseantes obligó al cierre de un hotel, igual que en Nayarit.


Comentario:

Una enfermedad que vino a empeorar la crisis económica.