Pyongyang abandona las conversaciones sobre su programa nuclear.

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Lejos de desistir en sus intenciones, Corea del Norte persiste en su desafío a la comunidad internacional. Pese a la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de endurecer las sanciones al régimen comunista, Pyongyang ha anunciado que se retira de la mesa de diálogo que mantiene con EE UU, China, Corea del Sur, Japón y Rusia para desactivar su programa nuclear, ha desdeñado las sanciones y amenaza con reabrir sus instalaciones nucleares.

La contundente respuesta norcoreana viene al hilo de la decisión de este lunes del Consejo de Seguridad de la ONU, que condenó por unanimidad y acordó el endurecimiento de las sanciones contra el país asiático por el lanzamiento, el pasado 3 de abril, de un cohete de largo alcance. Pyongyang sostuvo que la intención era colocar un satélite en órbita, pero la comunidad internacional, con EE UU, Corea del Sur y Japón a la cabeza, creen que la prueba enmascaraba el lanzamiento de un misil de largo alcance Taepodong-2.

Ante la condena internacional, calificada de "insulto intolerable", Pyongyang ha decidido abandonar "para siempre" la mesa de diálogo a seis que se puso en marcha hace cinco años para convencer al régimen comunista de que abandonara su programa nuclear, que le valió la inclusión en el eje del mal del anterior presidente estadounidense.

La agencia oficial de noticias KCNA ha citado al ministro de Exteriores norcoreano diciendo que su país considera "activamente construir nuestro propio reactor nuclear de agua pesada, recuperar las instalaciones nucleares y reprocesar las barras de combustible nuclear", añade. Como parte de esos planes, se podría de nuevo en marcha el reactor nuclear de Yongbyon, parcialmente inhabilitado en 2008 como parte de un acuerdo alcanzado en 2008 en las conversaciones a seis a cambio de concesiones económicas y diplomáticas a Corea del Norte.

Reacciones

Ante las amenazas norcoreanas, algunos de los miembros de la mesa a seis, en particular los más cercanos a Pyongyang, han pedido al régimen que reconsidere su decisión y retorne al diálogo. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha mostrado su confianza: "Pese a las inevitables emociones de las diferentes partes en esta situación, esperamos que las conversaciones a seis se reanuden en el futuro inmediato para que podamos seguir avanzando hacia el objetivo común: La desnuclearización de Corea del Norte".

Por su parte, China, el aliado más cercano de Corea del Norte, ha lanzado un discurso de "calma y moderación" ante las amenazas norcoreanas, aunque extendiéndolo también a las otras partes. "China desea que todas las partes vean la situación global a largo plazo, permanezcan en calma y muestren moderación, para salvaguardar conjuntamente la paz y la estabilidad de la región", ha dicho la portavoz de turno del Ministerio de Exteriores, Jiang Yu. Sin llamar específicamente a Pyongyang a volver a la mesa de diálogo, ha defendido el papel de las conversaciones "en el proceso de desnuclearización de la península de Corea, ayudando a la confianza mutua de varios países y siendo un mecanismo de seguridad en la zona".

Finalmente, Japón ha instado a Corea del Norte a que acepte el comunicado acordado por Naciones Unidas y a que vuelva a las negociaciones sobre su programa nuclear.


Comentario:

Era de esperarse que no desistieran en sus planes.