Paraguay, ante un cambio histórico: El Clarín de Argentina.

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El Diario argentino Clarín editorializa: "Paraguay, ante un cambio histórico"

Paraguay, ante un cambio histórico.

La asunción de Fernando Lugo como presidente de Paraguay inaugura una nueva etapa histórica, representa un cambio trascendente y coloca al hermano país frente al desafío de una renovación profunda de sus instituciones y tradiciones políticas.

Algo que el vecino país necesita para resolver los agudos problemas de pobreza, exclusión social, desempleo y corrupción.

El fin de la hegemonía del Partido Colorado, tras más de sesenta años en el poder, lleva al gobierno a un dirigente surgido de la Iglesia Católica, un ex obispo que lideró una alianza de partidos y organizaciones sociales de un amplio espectro.

Desde la caída de la dictadura de Stroessner, los sucesivos gobiernos electos sufrieron toda clase de tropiezos y desgastes, concluyendo -en su mayoría- con un enorme descrédito, acusaciones de corrupción y disputas políticas despiadadas.

El presidente Lugo emergió como una esperanza de renovación y una promesa de liderazgo honesto para esta nueva etapa.

Pero no cuenta con mayoría parlamentaria y deberá lograr acuerdos que le permitan enfrentar múltiples conflictos, dadas las demandas sociales acumuladas y los fuertes intereses encontrados.

Las primeras señales y el respaldo brindado por los gobiernos de la región dan un envión inicial celebratorio a esta renovación democrática que se ha producido en Paraguay, esperando que la misma logre abrirse camino ante los múltiples desafíos que le toca encarar.

La asunción del ex obispo Fernando Lugo como presidente del Paraguay inicia una etapa de necesaria renovación institucional y política para enfrentar con éxito los agudos problemas de pobreza, exclusión social y corrupción.

Comentario:

Frente a un nuevo presidente, siempre hay una enorme ilusión de cambios profundos. Más aún cuando se venció a un partido político que ya llevaba 60 años en el poder. Es inevitable hacer una comparación con México, porque hubo un partido que dominó por casi 70 años. Me atrevo a hacer la comparación porque hay similitudes: los años de dominio absoluto y un nuevo presidente que no tiene mayoría en la cámara legislativa. Para Lugo no será fácil, como no lo fue para el ex presidente Vicente Fox, ni como tampoco es fácil para el actual presidente Felipe Calderón.
Habrá que ver si la oposición paraguaya se comporta con más madurez que la oposición mexicana. Mucha Suerte, presidente Fernando Lugo.