Más de mil millones padecen hambre.

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El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió ayer que el número de personas que pasan hambre en el mundo ha superado este año, por primera vez en la historia, los mil millones.

En una rueda de prensa celebrada en Londres, la directora del PMA, Josette Sheeran, cifró la cantidad de hambrientos en mil 20 millones y alertó que el flujo de ayuda humanitaria se sitúa actualmente en “un mínimo histórico”.

“Este año tenemos más personas hambrientas que nunca”, señaló Sheeran, quien hizo hincapié en que “muchas personas se despiertan y no cuentan ni con una taza de comida”. A juicio de la responsable del organismo humanitario de la ONU, esa situación constituye una “receta para el desastre” y resulta “crítica para la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo”.

La vulnerabilidad de muchas personas, explicó Sheeran, se ha agravado por “dos tormentas que han coincidido y están golpeando”: la crisis financiera internacional y el encarecimiento de los alimentos.

Además, Sheeran hizo un “llamado urgente” al Grupo de los Ocho (G-8), compuesto por los siete países más industrializados y Rusia, y el Grupo de los 20 (G-20), integrado por los países más ricos y emergentes, para que atajen un problema que requiere de algo más que “soluciones a largo plazo”.

Oportunidad ideal

“Con la Asamblea General de Naciones Unidas y la cumbre del G-20 en Pittsburgh en el horizonte, los líderes mundiales tienen una oportunidad ideal para poner el hambre en el mapa”, remarcó el PMA en un comunicado.

Asimismo, Sheeran avisó que el PMA afronta “un grave déficit presupuestario”, pues este año sólo ha recibido 2 mil 600 millones de dólares, de un total de 6 mil 700 millones de dólares necesarios para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países. Sobre el terreno, esa falta de fondos se traduce en el recorte de programas en países como Guatemala, Kenia y Bangladesh.

La directora del PMA remarcó que con “menos de 1%” de las inversiones económicas que han inyectado los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver la calamidad de millones de personas que son víctimas de la hambruna.

Pese a las adversidades, Sheeran considera que “se puede derrotar al hambre”, aunque sólo “cuando el mundo se tome el hambre en serio”.



En un comunicado de prensa, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indicó que Latinoamérica retrocedió en la lucha contra el hambre, al aumentar en media década de 45 a 53 millones las personas que padecen el flagelo, debido al incremento de precios de los alimentos y la crisis económica mundial.

La FAO dio a conocer cifras y declaraciones del brasileño José Graziano da Silva, representante regional del organismo, basado en Chile, a propósito de la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación.

Sin recursos para responder

Graziano señaló que “el alza de los precios de los alimentos y la crisis económica empujaron a millones de personas a una situación de inseguridad alimentaria, y muchos países afectados no tienen los recursos propios para responder”.

Según el comunicado, la región redujo en 8 millones los subnutridos entre 2004-06 en comparación al periodo 1990-92, pero “las estimaciones indican que los avances conquistados en los últimos 15 años se perderán en sólo tres por causa de la crisis”.

Graziano aludió a la necesidad de “reforzar la cooperación entre los gobiernos, los donantes y las agencias internacionales, a fin de entregar ayuda de emergencia a las familias afectadas (por el hambre), al mismo tiempo en que promovemos acciones de mediano y largo plazo que aumenten su capacidad productiva”. Afirmó que “en América Latina y el Caribe, la población que padece hambre alcanza los 53 millones de personas, lo que significa el regreso a los niveles de subnutrición existentes a principios de la década de los 90”.

Los precios de los alimentos crecieron en promedio 52% desde mediados de 2007 a mediados de 2008. Y aunque en julio del año pasado los precios empezaron a bajar, los valores de los precios mundiales de los cereales están más altos que en 2005.

Muertes en Indonesia

La ONG Comisión Asiática para los Derechos Humanos difundió que al menos 113 personas han muerto por desnutrición o enfermedades derivadas desde comienzos de año en la región de Papúa, en el este de Indonesia.

La hambruna se debe a las condiciones climatológicas adversas de los últimos meses en ese territorio, producto del calentamiento del planeta, y que han causado una cosecha insuficiente para la población local.