Cárdenas evitó ser “incómodo”.

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“Heridas abiertas”, presión de gobernadores —sobre todo del PRI— y la incomodidad y tensión que generó en organizaciones por el manejo de los recursos para el campo fueron factores que impulsaron la salida de Alberto Cárdenas Jiménez de la Secretaría de Agricultura.

Pasado el trance, el senador panista regresó a su escaño. Hoy revela que se convirtió en un secretario incómodo, sobre todo para el PRI.

Pasajero del primer equipo de Felipe Calderón, asegura que se va satisfecho con su labor y con la conciencia tranquila.

Desde el Senado, el llamado Caballo negro o Bebeto entre la élite panista, se sincera y revela a EL UNIVERSAL que por esos y otros factores renunció a la dependencia el 5 de julio, luego de conocer los resultados electorales adversos para el PAN, aunque Felipe Calderón hizo oficial su salida dos meses después, apenas el 7 de septiembre.

El también ex gobernador de Jalisco revela que el 5 de julio le envió al Presidente de la República una carta para renunciar si consideraba que su salida ayudaba al diálogo con la oposición en la nueva conformación política.

Reconoce que su salida fue por la tensión que generó con no más de cinco grupos vinculados al PRI y causó inconformidad con gobernadores, por las reglas de operación en la distribución de recursos para el campo.

Acepta que dejó “heridas abiertas”, pero fue un paso que se debía dar. Se dice satisfecho por todo lo logrado. “Generalmente fueron por ahí (del PRI), con la mano puedes contar las que pudieron haber estado con esa interferencia de comunicación”.

Relata que aun con la presión de gobernadores nunca se prestó a “algún manejo turbio”.

A nivel nacional, opina que Felipe Calderón ha dado respuesta a muchas demandas. Ahora, añade, se está a la mitad del camino “en el medio tiempo”.

Desde su punto de vista, el PAN está en reconstrucción y habrá que esperar su evolución para ver “cómo se mueven las olas y ver dónde me toca jugar”. De una candidatura presidencial, dice, no es momento para pensar.

Explica que decidió dimitir porque sin duda fue un secretario que tuvo tensión por los cambios con algunos interlocutores, aunque asegura que con muy pocos tuvo una franca oposición.

“Con la gran mayoría fue altamente positiva la relación, nos enfrentamos con muchos argumentos y elementos, con algunos gobernadores por los acotamientos, por las nuevas formas que implementamos con aquellas nuevas reglas de operación que fueron cambios de fondo, de cómo operar los dineros del campo, en donde logramos transparencia, eficacia, productividad, competitividad, ayudar a los más pobres, todos esos fueron cambios y chocamos con muchos”.

No obstante que él pidió su salida, asegura que se sentía con la capacidad y fuerza para seguir la mejora del sector, pero insiste en apostar que su salida ayude al sector y al presidente Calderón.

Como senador adelanta que va a trabajar en temas del campo y la agricultura. El tenencia de la tierra en zonas ejidales y bienes comunales, asegura, está en su mira, para hacerlos muy productivos y redituables para el país.

“Por ahora estoy observando para ver en qué punto puedo coadyuvar con mi partido, al que me debo totalmente, habrá que esperar los tiempos para ver cómo viene el año siguiente, y veremos cómo se mueven los diferentes compañeros del PAN”.

—Pero, ¿no lo descarta (contender por la Presidencia)?

—No, no es momento para mí pensar en una cosa u otra, vengo de estar abocado mil por ciento allá y el otro escenario no aparece en mi radar ahora.