Los indígenas ecuatorianos inician una protesta "indefinida y progresiva".

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Ecuador se encuentra en alerta por el "levantamiento indefinido y progresivo" convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) desde la medianoche de ayer (hora local) en protesta por la Ley de Aguas que se tramita en el Congreso. Los manifestantes han realizado cortes de diversas carreteras, entre ellas la mítica Panamericana.

El Gobierno de Ecuador insistió ayer en que no encuentra justificación para esta protesta, por lo que ha ordenado a la fuerza pública que garantice el orden en el país. Para ello ha desplegado más de 20.000 policías por todo el país. El ministro coordinador de Política Económica, Diego Borja, aseguró que "hay una gran cantidad de avances, tanto en lado económico, social y democrático, que no justifican paralizaciones". El movimiento indígena teme la privatización del agua si se aprueba una ley del Ejecutivo sobre Recursos Hidrológicos.

Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo ayer en Venezuela que no excluye que la protesta de indígenas y la huelga de maestros que también se desarrolla en su país sean usadas por "la desesperada derecha nacional y trasnacional" para montar el "escenario" de Honduras. Se trata de sectores "que se dicen de izquierda", pero que actúan como "los mejores aliados de la derecha", dijo Correa, quien insistió en que, pese a ser "minoritarios" en sus respectivas áreas, tienen la "capacidad de crear disturbios".