Gobernar Campeche sin nepotismo, reto de Ortega.

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Con el estigma de representar el “continuismo” del grupo político que durante tres sexenios gobernó la entidad, Fernando Eutimio Ortega Bernés asume hoy la gubernatura de Campeche, con un disminuido presupuesto y una fuerza panista ascendente en el Congreso local, que prometió “estará pendiente” de esta nueva gestión.

Bernés tiene además el reto político de ser el primer mandatario del PRI en la historia campechana que tendrá a un alcalde opositor en la capital, el panista Carlos Rosado Ruelas.

Pero uno de las mayores retos para el nuevo gobernador es la disminución de las participaciones federales que le correspondían por la extracción de hidrocarburos de la Sonda de Campeche, pues el principal yacimiento que es Cantarell registra un declive de más de 50%, paralelo a la disminución del precio del barril.

La dirigente estatal y diputada electa del PAN, María Asunción Caballero May, considera fundamental que Ortega Bernés mande una señal clara, para el bien de la entidad, de que se desprenderá y no obedecerá al grupo político-económico que desde hace 18 años está apoderado de Campeche: “Sin amiguismos, compadrazgos ni compromisos, y facturas de campaña”.

El analista político Leandro Dzib Reyes señala que los sectores campechanos mantienen la expectativa de que la nueva administración estatal esté integrada por profesionistas capaces, en lugar de recurrir a los mismos políticos, amigos y familiares de siempre.

Según analistas y dirigentes políticos, entre los principales retos de la administración está además abatir el rezago educativo, de salud, vivienda, agua potable, drenaje y electrificación.

En materia de vivienda, según cifras de 2005, sólo 69% de las casas campechanas cuentan con los servicios de agua, drenaje y energía eléctrica.

Sin previsión presupuestaria

Pese a los actuales problemas financieros y a las medidas de austeridad asumidas, Ortega engrosará más la burocracia, pues envió al Congreso local una iniciativa para la recomposición de la estructura gubernamental, cuyo fin es el reacomodo de los grupos de poder y no “el reordenamiento a fondo del aparato administrativo estatal”.

Dzib Reyes explica que bajo la iniciativa para expedir la nueva Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Campeche, el gobernante entrante pretende maquillar al obeso e inoperante aparato público cuya única justificación política es el acomodo de los grupos de poder que le dieron la candidatura, le pagaron la campaña y le protegerán las espaldas durante su periodo constitucional a partir de hoy y hasta el 15 de septiembre de 2015.

Ortega pertenece a la clase política encabezada por el ex gobernador José Antonio González Curi, que en 1997 arrebató el triunfo —en una cuestionada elección que derivó en una resistencia civil de tres meses en la Plaza de la República—, a la ex candidata perredista Layda Elena Sansores Sanromán.

Este grupo político adquiere un poder casi omnipotente porque González Curi, antecesor de Juan Carlos Hurtado y padrino político de Eutimio Ortega, alcanzó su meta: 18 años en el poder.

La reforma al gabinete

En la iniciativa enviada al Congreso en su exposición de motivos justifica que la nueva Ley Orgánica de la Administración Pública tiene por objeto regular su organización y funcionamiento.

Más allá de adelgazar el aparato burocrático, propone elevar a secretarías áreas que no justifican su función, por ejemplo: la Secretaría de Cultura, antes dirección y perteneciente a la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte. Desaparece la Secretaría de Ecología, pero se crea la de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable, entre otras.