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California decretó ayer el estado de emergencia ante la amenaza de la gripe porcina en un estado fronterizo con México. Hasta el momento, las autoridades locales han confirmado 13 afectados, aunque las cifras aportadas por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) los rebajan hasta 10. Ninguno de los casos en California ha sido fatal. Sin embargo, los forenses investigan dos muertes que podrían estar relacionadas con el virus. Si se confirmara esa relación, se trataría de las primeras muertes por gripe porcina que se producen fuera de México.
La proclamación del estado de emergencia hecha por el gobernador Arnold Schwarzenegger permitirá que lleguen con mayor rapidez al Estado recursos procedentes del Departamento de Salud Pública y se podrá también adquirir con mayor eficiencia material y equipo médico. "El fin último", dijo Schwarzenegger, "es apoyar y facilitar a los departamentos de salud una respuesta eficaz a los brotes".
El domingo, el presidente Barack Obama declaró una alerta de salud pública, un paso anterior al estado de emergencia que permite transferir fondos a los Estados y municipios para contar con medicinas y refuerzos médicos. La decisión del presidente es básicamente una medida financiera. Sin embargo, al decretar el estado de emergencia, el Gobierno, en este caso estatal, asume poderes especiales para poder enfrentarse de manera efectiva y rápida a una crisis, y poder movilizar a la Guardia Nacional. Medidas preventivas que tratan de evitar la descoordinación que se vivió en Nueva Orleans tras el huracán Katrina en 2005, cuando se tardaron días en movilizar recursos debido a la rigidez de un sistema federal en el que resulta muy difícil la coordinación entre condados, ayuntamientos y Gobierno federal.
Contener la propagación
"Aunque no hay razones para alarmar, una de las prioridades del gobernador es limitar la propagación de la gripe porcina lo más rápido y eficazmente posible", declaró Schwarzenegger. Ayer, el CDC informó de que el número de casos en todo EE UU se elevaba a 64. Cuarenta y cinco de esos afectados están en la ciudad de Nueva York; 10 en California; seis en Tejas; dos en Kansas y uno en Ohio.
Pero a pesar de este incremento -que triplica ya los primeros 20 casos anunciados el lunes-, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, descartaba ayer un posible cierre de la frontera con México, donde se encuentra el mayor foco de infecciones, dado que la enfermedad ya está dentro del país.
"Puedes cerrar las fronteras si piensas que así puedes contener la enfermedad. Pero la enfermedad ya está en varios estados, por lo que la medida no tiene ningún sentido", explicó Napolitano. De momento, el Departamento de Estado sigue "recomendando" no viajar al país vecino.
Comentario:
La mejor medida es evitar el contacto con otras personas.
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