Acuerdo en el G-20 para superar la crisis internacional.

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Los líderes del G20, reunidos en Londres, han llegado a un acuerdo para superar la crisis económica global, según anunció hoy el primer ministro británico, Gordon Brown. "Habrá normas duras y castigos para los que no cooperen", ha anunciado Brown en una rueda de prensa, en la que ha detallado los acuerdos a los que han llegado los líderes presentes en la cumbre, que se ajustan a lo avanzado ya en el borrador de conclusiones. Brown ha anunciado que habrá "comités internacionales de supervisores y nuevas reglas sobre las pagas de bonos de los directivos", para que no se repita lo de AIG y otras empresas.

El acuerdo se ha alcanzado tras duras negociaciones entre quienes daban prioridad a la regulación del sistema financiero internacional y los que abogaban por estímulos fiscales para impulsar la economía. Entre los acuerdos, además de confirmarse los 500.000 millones extra para el FMI, Brown ha asegurado que se ha llegado a un acuerdo para que esta institución pueda vender su oro para dedicarlo a ayudar a los países pobres.

Dentro de la lucha contra los paraísos fiscales, uno de los temas que más preocupaba a la delegación francesa y alemana, se ha llegado a un consenso para publicar una "lista de países no cooperantes". Además, se ha acordado una inyección extra de 250.000 millones para favorecer el comercio. En este punto, y en referencia al aumento del proteccionismo por parte de la mayoría de los países del G-20, Brown ha reconocido a preguntas de los periodistas que no se ha avanzado mucho en eso, pero que "los países tienen claro que actuar como proteccionistas" será algo que ya no se podrá hacer sin que el resto lo sepan.

Más fuerza para las instituciones

Los puntos fundamentales de la cita abarcaban desde las acciones necesarias para recuperar la economía mundial, a partir del recorte de intereses y el incremento del gasto público, al reforzamiento de la regulación internacional de las instituciones financieras, con acciones decisivas en los hedge funds (fondos de inversión libre) y en los paraísos fiscales. En este punto, se crea una nueva agencia de regulación y supervisión de los hedge funds. De esta manera, se pretende que estén bajo control público. Alemania y Francia habían pedido que esta regulación no quedase en un principio general y habían solicitado más dureza al respecto.

La reforma también tiene en cuenta otros organismos internacionales, además del FMI, a los que identifican como pilares básicos para salir de la crisis: el Banco Mundial (BM), el Foro de Estabilidad Financiera (FSF, organización en la que España ha entrado recientemente) y la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Fallos para Solbes

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo ayer su primera conversación con Obama. Hoy en Londres, Zapatero, que ha asumido el papel de mediador entre EE UU y Europa, quiere defender la necesidad de llevar a cabo acciones dirigidas a eliminar obstáculos que afecten al canal del crédito, un compromiso político para abrir mercados y fórmulas para avanzar en la erradicación de los paraísos fiscales.

El vicepresidente económico español, Pedro Solbes, considera que la reunión no supondrá el fin del capitalismo, pero sí "una redefinición, una mejora muy clara del sistema financiero internacional". Solbes ha hechos estas declaraciones en un encuentro con los medios de comunicación poco después de empezar los debates en el plenario de la reunión internacional.

Según el responsable de Economía español, el sistema ha tenido "fallos muy importantes", pero ha destacado asimismo la "clarísima voluntad" de todos los líderes para alcanzar un acuerdo y mejorarlo. En relación al papel de España en esta cumbre, Solbes ha dicho que intenta "buscar puente" como mediador entre el bando europeo y el anglosajón.

Diferencias superadas

La cumbre ha arrancado de manera oficial esta mañana, después del ir y venir de ayer de unos y otros en Londres para formar frentes comunes contra la crisis. En los prolegómenos, se marcaron dos posturas bien diferenciadas: por un lado, el eje franco-alemán, que se resiste a inyectar más dinero público, y el liderado por Estados Unidos y al que le sigue Reino Unido, que busca impulsar la economía con inversión para acelerar el crecimiento.

Los dirigentes del G-20 se han dado cita con dos desayunos de trabajo, uno para ministros y otro para los jefes de Gobierno, mientras hay convocadas más manifestaciones y protestas por las calles de la capital británica.

El presidente de EE UU, Barack Obama, admitió ayer la responsabilidad de su país en el origen del terremoto financiero, pero restó importancia a las divergencias entre los diferentes países y aseguró que habrá acuerdo para salir de la recesión y refundar la arquitectura financiera mundial.


Comentario:

A ver si es cierto que hay dureza.