Vienen decisiones muy difíciles sobre Irak.

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El presidente Barack Obama visitó ayer por primera vez el Pentágono para revisar los planes que buscan apurar el repliegue de tropas de Irak y reconcentrar los esfuerzos de la maquinaria militar estadounidense en Paquistán y Afganistán, los dos países que la administración Obama ha presentado como “el nuevo frente contra el terrorismo y el extremismo”.

“Enfrentaremos decisiones inmediatas y duras en Irak y Afganistán”, advirtió el mandatario Obama en una escueta declaración en la que dejó entrever el inicio de un cambio de estrategia que pasa por el repliegue de tropas de Irak y el reforzamiento de tropas y recursos en Afganistán y Paquistán, considerado el nuevo teatro de operaciones de la estrategia antiterrorista.

El encuentro de Obama con sus mandos militares coincidió con el inicio de su ofensiva diplomática en Medio Oriente y se ha producido a sólo seis días del primer ataque ordenado por el presidente y que causó 22 muertos en la región paquistaní de Waziristán, como parte de la cacería que ha lanzado contra Osama Bin Laden.

“He tenido una gran discusión con todos comandantes del Estado Mayor Conjunto sobre los temas que preocupan a las Fuerzas Armadas y sobre las amenazas que enfrenta esta nación en el corto y el largo plazo”, dijo Barack Obama sin entrar en materia, ni detallar los temas discutidos durante varias horas en presencia del secretario de Defensa, Robert Gates, y de algunos de los más altos mandos militares encabezados por el almirante Mike Mullen y por el general David Petraeus.

Entre las primeras decisiones discutidas ayer se encuentra el despliegue de un mayor número de tropas en Afganistán. Actualmente, Estados Unidos tiene estacionados un total de 36 mil soldados s en ese teatro de operaciones —la mitad de ellos operando bajo el mando de jefes de la OTAN—, y en el curso de las próximas semanas o meses, esta cifra podría duplicarse.

Fuentes del Pentágono reconocieron que esta estrategia tendrá que pasar, necesariamente, por la reducción de las 140 mil soldados estacionados actualmente en Irak. Esta gradual reducción preocupa al general Raymond Odierno, comandante de las tropas de EU en el país árabe.

Por el momento, el comandante supremo de la Armada, James Conway, ha asegurado que sus fuerzas están en disposición de aportar hasta 20 mil efectivos en Afganistán para permitir así que el proceso de transición desde Irak sea menos traumático de lo temido por el general Odierno. En cualquier caso, Conway reiteró ayer que cualquier reforzamiento de Afganistán “tendrá que pasar por la reducción de tropas en Irak”.

Obama enarboló como uno de sus principales reclamos de campaña el retiro de las tropas de EU en Irak para poner fin a una ocupación a punto de cumplir seis años y que ha supuesto el desembolso de 12 mil millones de dólares mensuales.

Tras un intenso diálogo con sus altos mandos, el mandatario reiteró la necesidad de tomar “decisiones difíciles” para cumplir con un cronograma y con una promesa de campaña que le permitirá concentrar toda su atención en Afganistán y Paquistán.

Primer viaje, a Canadá

Por otra parte, la Casa Blanca informó que Obama hará su primer viaje al exterior el 19 de febrero cuando visite Canadá para reunirse con el primer ministro canadiense Stephen Harper y discutir las relaciones bilaterales.

El nuevo mandatario sigue así la tradición presidencial estadounidense de visitar primero al vecino país del norte, una costumbre rota por el ex mandatario George W. Bush, que en su lugar decidió viajar a México.


Comentario:

Con la movilización de tropas a Afganistán y Pakistán, los enemigos de Estados Unidos seguirán siendo los mismos. Obama no tiene porque ceder a presiones de los talibanes y los terroristas en general, a cambio de nada...más bien de sus caprichos.