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La campaña del candidato demócrata a la presidencia de EE UU, Barack Obama, no encuentra por el momento el antídoto contra Sarah Palin, cuya presencia en la candidatura republicana le ha dado a ésta un impulso de tales dimensiones que domina las encuestas, por primera vez, de forma consistente y generalizada.
Todos los sondeos hechos públicos en los últimos días reflejan el fuerte ascenso de John McCain.
En todos menos en uno, en el que empata, tiene ventaja sobre Obama. En uno de ellos, el de Gallup y USA Today, esa ventaja es de cuatro puntos, 10 si se refiere a los probables votantes.
En el promedio de encuestas que elabora diariamente la página web RealClearPolitics, Mc- Cain está por delante -más de dos puntos- por primera vez desde que es candidato presidencial. En el sondeo diario que realiza Gallup, en una semana, el candidato republicano ha pasado de una desventaja de ocho puntos a una ventaja de tres.
Los expertos atribuyen la mayor parte del mérito por este vuelco a Sarah Palin, que recorre el país con McCain -él es ahora el telonero, en realidad- como la nueva estrella sobre el escenario, la savia joven, el viento fresco contra el establishment de Washington; muchas de las virtudes, en suma, que antes adornaban a Obama.
Pero el fenómeno no queda sólo en una puesta en escena. Por debajo, el movimiento conservador ha puesto en acción toda su maquinaria de penetración social, fundamentalmente a través de organizaciones religiosas, como Focus on the Family, organizaciones que han echado raíces sólidas entre los ciudadanos de este país y que tienen y mantienen la iniciativa ideológica.
Frente a ello, las tradicionales estructuras sociales de los demócratas -los sindicatos, las organizaciones feministas y de derechos civiles- resultan demasiado desprestigiadas y anticuadas como para ofrecer justa y proporcionada respuesta.
Los nuevos instrumentos de movilización popular de la izquierda tienen que venir de parte del tejido electoral construido por la propia campaña de Obama durante el largo periodo de las primarias -todos esos nuevos y jóvenes votantes que ahora tienen que demostrar su verdadero nivel de compromiso- y del grupo MoveOn, organizado en torno a la página web de ese nombre.
Pero, antes que nada, los propios estrategas de la campaña de Obama tienen que decidir cómo hacer frente a este inesperado giro, a menos de dos meses de la votación. La mayor parte de los analistas le recomiendan que no entre en el cuerpo a cuerpo con Palin, que deje que la efervescencia producida por su nombramiento se consuma sola.
Por el momento, ésa parece ser la línea adoptada por la campaña demócrata, que intenta no desviar la atención sobre McCain y su vinculación con George Bush. "Deben pensar que la gente es estúpida", decía ayer Obama en un mitin al referirse al intento republicano de presentar el tándem McCain-Palin como el ticket del cambio.
En relación con Palin, el candidato demócrata dijo el fin de semana durante una entrevista que McCain "ha escogido a alguien que puede estar aún más alineado con Bush o [el vicepresidente] Dick Cheney y las políticas que éstos representan que el propio McCain".
Comentario:
Insisto, aún faltan los debates y si los demócratas no lo manejan bien....adiós presidencia.
Coronavirus, la amenaza esta ahí afuera
Hace 4 años
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