Obesidad y desnutrición pegan a escolares: IMSS.

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Malos hábitos alimenticios familiares, aunados a la venta de productos ricos en grasas y carentes de nutrientes en escuelas, así como el sedentarismo generalizado por el uso de internet y los juegos electrónicos, propiciaron problemas de sobrepeso, obesidad y desnutrición en la población escolar del país, según estudios y estadísticas oficiales.

“A veces la gente prefiere consumir alimentos chatarra o inadecuados por falta de tiempo o por falta de costumbre para preparar la comida en casa”, dijo Alejandra Matías Serrano, coordinadora estatal del Programa de Orientación Alimentaria de la Secretaría de Salud de Jalisco, donde siete de cada 10 habitantes presentan sobrepeso y obesidad.

Para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los factores que favorecen la obesidad tienen que ver con el estilo de vida, el consumo de más calorías de las necesarias, una alimentación deficiente y la falta de ejercicio.

De acuerdo con el Programa de Nutrición de la Secretaría de Salud, en los estados con mayor porcentaje de obesidad infantil, niños y niñas pasan varias horas diarias frente al televisor con los videojuegos o el internet, “que suplen la actividad física diaria y el deporte, fomentando el sedentarismo”.

En su reciente informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que en las últimas dos décadas la obesidad creció más de 30% en México, ligeramente mayor que en Estados Unidos, y causa unas 200 mil muertes al año.

En la región norte del país la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los niños de entre 5 y 11 años es de 29.3% en los varones y 29.5% en las mujeres, mientras que en la región centro es de 26.1% contra 27.7% de las mujeres y en la sur de 21.6% en los menores y 23% en las niñas de edad escolar elemental, según cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2006).

En 50% de los estados la prevalencia de sobrepeso en combinación con obesidad es superior a la media nacional (25.9% en niños y 26.8% en niñas).

Faltan reglamentos

Pese a las cifras que indican niveles de gravedad en obesidad de niños y jóvenes, no existe una reglamentación que norme los criterios para evitar el consumo de alimentos nocivos para la salud. “No hay reglamento ni ley que regule o prohíba el consumo de esos alimentos chatarra en Yucatán”, admitió la Secretaría de Educación de ese estado.

En junio de 2007 una reforma a la Ley de Educación estatal, prohibió en Colima la venta de alimentos chatarra en las cooperativas escolares de nivel básico, por su alto contenido de azúcares refinados, colesterol, ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, sal y aditivos.

En su explicación de motivos, la norma, la primera en su tipo en México, recomendó facilitar entre los escolares el consumo de verduras, frutas, leguminosas y cereales integrales, como fuente de nutrimentos antioxidantes y de fibra dietética, además de ofertar y hacer accesible el consumo de agua purificada.

El secretario de Educación Pública de Colima, Margarito Espinosa Mijares, consideró que la adición a la Ley de Educación del estado permitió “bajar la incidencia de jóvenes e infantes con problemas de obesidad y desnutrición”, que afectaba a 31.4% de los infantes de esa entidad, aunque los resultados se verán a mediano y largo plazos.

La norma establece la necesidad de inculcar en las escuelas y en la casa una alimentación equilibrada, suficiente, completa, higiénica y variada, para prevenir la diabetes, hipertensión, enfermedades vasculares, renales y osteo-artríticas, hasta ciertos tipo de cáncer relacionado con la alimentación.

Programas de nutrición

El problema llevó al gobierno de Campeche a aplicar el programa Uso adecuado al buen comer, en el que se instruye cómo una pareja con dos hijos puede nutrirse bien con 600 pesos semanales, con lo que disminuyó el índice de desnutrición al pasar de un caso por cada 200 estudiantes hace 20 años a uno por cada 2 mil 500 a la fecha.

Un mecanismo similar se aplicó en Tamaulipas, donde se detectó que 36% de estudiantes tenía problemas de sobrepeso y se puso en marcha, aunque con poco éxito, el programa Crece Sano, para evitar el consumo de comida chatarra en los planteles educativos.

La presidenta de la Comisión de Educación del Congreso local, la priísta María Magdalena Peraza Guerra, dijo que será necesario una legislación para cuidar la alimentación de los infantes dentro y fuera de la escuela, que involucre a las familias a propiciar la cultura de buena alimentación y el ejercicio. “El día en que en el hogar se enseñe a los niños a ingerir alimentos con todos los nutrientes necesarios, ya no les vamos a tener que prohibir que coman chatarra.

En Nuevo León opera el programa Escuela Saludable, Segura y Sustentable, que promueve, entre otras cosas, la venta de comida adecuada y que se aplica en 30% de las 6 mil 446 escuelas oficiales. Sin embargo, 70% de la población tiene sobrepeso y obesidad por la costumbre de utilizar el vehículo para trasladarse a cualquier lado, por influencia de sus vecinos de Estados Unidos.