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Una persona fallecida, un desaparecido y más de 75 mil personas afectadas, además de comunidades enteras sin servicios de energía y agua potable, principalmente en los municipios de Comondú, Mulegé y Loreto, es el saldo hasta ahora del paso del devastador huracán Jimena, debilitado a tormenta tropical.
La situación en la entidad es “crítica” y los daños materiales por el impacto del meteoro son “incalculables”, expresó el gobernador Narciso Agúndez Montaño. Centenares de viviendas y edificios quedaron dañados, por lo que más de 4 mil personas siguen en los albergues.
El mandatario resaltó que varias localidades están aisladas y sin los servicios básicos de energía eléctrica, agua potable y telefonía. Además, los víveres comienzan a escasear.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que 59 mil personas de Loreto, Ciudad Constitución, Santa Rosalía, Puerto San Carlos, Mulegé, Comondú, Villa Insurgentes y otras localidades quedaron sin luz.
La paraestatal detalló que el intenso viento derribó mil 200 postes, 102 torres y dañó circuitos de distribución y las líneas de transmisión.
Autoridades de Mulegé informaron que un septuagenario, identificado como Rafael Cuesta, murió ahogado en su vivienda. Y en la localidad pesquera de San Buto, municipio de Comondú, permanece desaparecida una persona.
Daños en viviendas
En los municipios de Comondú y Mulegé al menos 2 mil viviendas han resultado con daños. Sólo en la localidad de puerto Adolfo López Mateos se registran unas 250 y en Mulegé más de 600, entre ellas 300 con daños totales.
El delegado Iván de la Toba informó que López Mateos —sitio reconocido internacionalmente como una de las principales zonas de avistamiento de ballena gris— está sin los servicios de energía eléctrica ni agua potable, y que las 500 personas evacuadas rebasaron la capacidad de los albergues, que es de 300.
Manifestó que la comunidad no había sido dañada de esa forma en los últimos 50 años, en donde se hundieron embarcaciones y la empacadora de atún y sardina, principal fuente de trabajo, quedó dañada en 50% de su construcción.
“Es triste ver cómo quedó nuestro pueblo totalmente devastado. Nos quedamos sin empleo y sin casas”, afirmó Iván de la Toba.
En Ciudad Insurgentes, donde radican unas 7 mil personas, el delegado Celestino Rangel afirmó que la situación es “crítica”, toda vez que tampoco cuentan con el suministro de agua ni energía eléctrica, pues los fuertes vientos dañaron la subestación.
El secretario general de Mulegé, José Antonio Espinoza Tirado, dijo que durante los recorridos de evaluación de daños se calcula que al menos 650 casas sufrieron daños.
El funcionario precisó que en esta región el meteoro degradado ya a la categoría de tormenta tropical dejó ocho horas de lluvias abundantes y ráfagas de más de 140 kilómetros por hora; incluso, sostuvo que el impacto fue mayor que el ocasionado por el huracán John en 2006, cuando la fuerza del arroyo arrasó con centenares de viviendas. “Jimena nos dejó el doble de agua y daños”, expresó.
Regreso a la normalidad
Aunque en menor medida, el ciclón también causó estragos en el municipio de Loreto, donde el alcalde Yuan Yee Cunningham indicó que tuvieron que ser resguardas 417 personas. La comunidad permanece sin energía y agua.
En llamados a estaciones radiofónicas, habitantes de isla San Marcos reportaron daños a sus casas y solicitaron ayuda de las autoridades. A 600 kilómetros de La Paz, este lugar es considerado la zona principal de extracción de yeso del país.
Paulatinamente, los municipios de Los Cabos y La Paz comenzaron a regresar a la normalidad, luego de que Jimena causó afectaciones menores en esos lugares.
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